El 25 de junio de 2005, George Smith y Jennifer Hagel celebraron su boda en Newport, Rhode Island; en Estados Unidos. Apenas unos días después, el 29 de junio, abordaron el crucero Brilliance of the Seas de Royal Caribbean para disfrutar de su luna de miel por el Mediterráneo. Lo que prometía ser un viaje de ensueño se transformó en una pesadilla cuando, la madrugada del 5 de julio, George desapareció de la embarcación.
Por RPP
Teorías y sospechas
Las primeras teorías sugerían que George había caído por la borda debido a las manchas de sangre encontradas en el costado del buque. Sin embargo, la aparición de manchas de sangre en las sábanas del camarote abrió la posibilidad de un crimen. Jennifer Hagel, su esposa, afirmó que George podría haberse caído mientras intentaba hacer equilibrio sobre el balcón.
Esta teoría, aunque plausible, fue desestimada por la familia de George, quienes sospechaban de un posible asesinato.
Encuentros sospechosos
Durante el viaje, George había conocido a Josh Askin, Rusty Kofman, Greg Rozenberg y Zach Rozenberg, quienes estuvieron con él la noche de su desaparición. Según declararon a la policía, acompañaron a George a su camarote, le quitaron los zapatos y luego regresaron a sus habitaciones.
Sin embargo, los registros del crucero no muestran que se haya solicitado un servicio de habitaciones, lo que aumenta las sospechas sobre su participación en la desaparición de George.
Las últimas fotos de George con vida fueron tomadas en el casino del crucero, sin que los videos registraran actividades fuera de lo común.
La versión de Jennifer
Jennifer Hagel, quien fue hallada desmayada en uno de los sectores del crucero, afirmó tener pocos recuerdos de lo sucedido aquella noche.
Sin embargo, compartió su teoría desgarradora de que George pudo haber sido víctima de un crimen. Acordó una compensación de U$D 1,1 millones con Royal Caribbean, mientras que la familia de George también llegó a un acuerdo con la empresa, lo que resultó en el cese de la investigación en 2015.
Un misterio sin resolver
A casi dos décadas de la desaparición de George Smith, su cuerpo nunca fue encontrado y el caso sigue sin resolverse. La sospecha de lo que realmente le ocurrió persiste, dejando una sombra de duda sobre los eventos de aquella trágica noche en el Mediterráneo.
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