Una jueza federal puso fin parcial a un acuerdo de décadas de antigüedad que supervisa las condiciones de los niños migrantes bajo custodia del Gobierno federal de Estados Unidos, según una orden judicial que entró en vigor el lunes.
Por CNN
El fallo de la jueza de distrito Dolly M. Gee pone fin, con excepciones, al Acuerdo Flores de 1997 –que ha establecido las normas nacionales para el trato humano de los niños bajo custodia de EE.UU.– en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), al tiempo que permite que el acuerdo permanezca en pleno vigor en el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Los niños migrantes no acompañados pasan por el proceso de inmigración mientras están bajo custodia del CBP antes de ser transferidos al cuidado del HHS, donde permanecen hasta que se reúnen con un patrocinador, como un padre o un pariente que se encuentre en Estados Unidos.
“Estamos profundamente decepcionados por la sentencia del Tribunal y nos preocupa que ponga en peligro a miles de niños”, declaró Leecia Welch, abogada de los demandantes y subdirectora jurídica de Children’s Rights.
El Gobierno de Biden argumentó en mayo que el HHS promulgó una normativa federal, conocida como “Regla fundacional del programa de menores no acompañados”, que codificaba los requisitos del acuerdo, proporcionaba protecciones adicionales y respondía a cambios imprevistos, informó anteriormente CNN. La nueva normativa del HHS también entra en vigor el lunes.
Los abogados de los demandantes argumentaron que la regulación federal se quedaba corta a la hora de proporcionar a algunos niños migrantes, como los que se encuentran en instalaciones de seguridad media, las protecciones del Acuerdo Flores y no abordaba la falta de licencias estatales para los refugios de migrantes no acompañados en lugares como Texas y Florida, según la orden judicial.
“La normativa supuso un gran paso adelante, pero el hecho de que no tuviera en cuenta la falta de licencias estatales fue lo que nos preocupó seriamente. Además, el hecho de que las normas no protegen a algunos de los niños más vulnerables bajo la custodia de la ORR, los que están en lugares más restrictivos, que a menudo tienen un trauma más agudo y necesidades de salud mental”, dijo Welch.
ORR se refiere a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, una agencia dentro del HHS.
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