Al menos nueve de cada diez venezolanos presentan algún grado de vulnerabilidad, según Psicodata 2024

Al menos nueve de cada diez venezolanos presentan algún grado de vulnerabilidad, según Psicodata 2024

¿Un joven es visto en la calle de una barriada, el de agosto de 2023 en Caracas (Venezuela). EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ

Según el estudio psicosocial realizado por la Escuela de Psicología de la UCAB, la mayoría de la población se considera optimista, pero 20% sufre niveles moderados o altos de ansiedad y depresión, 89% desconfía del otro, 37% percibe miedo colectivo y menos del 10% acude al psicólogo o psiquiatra. A partir de los resultados de la encuesta, los investigadores presentaron cinco propuestas para promover la salud mental y reconstruir el tejido social

Nueve de cada 10 venezolanos presentan algún grado de vulnerabilidad, esto según refleja el informe de resultados de Psicodata 2024,  retrato de la situación psicosocial de la población del país elaborado por la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). La encuesta fue presentada oficialmente el martes 2 de julio en el campus Montalbán.

Por Ucabista





El miedo difuso colectivo, la desesperanza y la desconfianza; el poco apoyo social percibido de instituciones públicas;  la ansiedad y depresión; la poca asistencia al psicólogo o psiquiatra, además de estresores como la situación económica y de salud, se cuentan entre los factores que están impactando negativamente a los habitantes del país.

En contraste, el estudio también muestra que la mayoría de los ciudadanos son resilientes, se perciben optimistas, dicen contar con la familia en momentos difíciles, se apoyan en la religiosidad,  sienten que tienen control personal, quieren participar en actividades sociales y se encuentran satisfechos con su propia vida.

El estudio se levantó,  entre mayo y junio de este año, a partir de entrevistas telefónicas a 2.000 personas con edades comprendidas entre 19 y 90 años de edad, participantes en la ENCOVI de 2022 y 2023. La muestra incluyó a mujeres (51%) y hombres (49%)  de la región capital, central, andina, centroccidental, oriental, Guayana y Los Llanos. Entre los encuestados participaron amas de casa, trabajadores del sector público, trabajadores de empresas privadas, trabajadores independientes, jubilados, desempleados y estudiantes.

Psicodata 2024: saber qué ocurre en el país para transformarlo

El objetivo de Psicodata es «presentar un retrato psicosocial, basado en datos nacionales, para tomar decisiones y asumir estrategias más efectivas en proyectos o iniciativas que toda organización o población general quiera emprender y consolidar en Venezuela». Así lo define el grupo investigador que realiza este estudio, único en su tipo, desde 2023.

Durante la presentación, el rector de la UCAB,  Arturo Peraza S.J., señaló que la encuesta -así como la ENCOVI y otras investigaciones desarrolladas por la institución- está inscrita en la misión de la universidad, que «siente una gigantesca responsabilidad por dar cuenta de lo que está ocurriendo en el contexto país y por dar respuesta y encontrar soluciones a lo que está ocurriendo en el país», dijo.

La moderación de la actividad estuvo a cargo del politólogo y humorista Laureano Márquez, quien señaló que el humor tiene mucho con ver con la realidad psicosocial, algo que reflejó el estudio«El humor se nutre del alma nacional. El humor se nutre de las contradicciones que enfrenta nuestra gente; el humor siempre está del lado del que sufre, del que necesita apoyo y expresarse. Y el humor es una manera de vivir», puntualizó.

El grupo de investigadores de Psicodata -al igual que el año pasado- estuvo conformado por el director de la Escuela de Psicología, Danny Socorro, S.J.;  la psicóloga y decana de la Facultad de Humanidades y Educación, Luisa Angelucci; el doctor en Ciencias políticas, psicólogo y docente, Ángel Oropeza; Adle Hernández, psicóloga y directora de Extensión Social de la UCAB; Celibeth Guarín, psicóloga, docente de la UCAB y secretaria general de la Federación de Psicólogos de Venezuela, y José Eduardo Rondón, psicólogo, docente y coordinador académico y de gestión en la Escuela de Psicología de la UCAB.

Clima socioemocional complejo: alegría y desesperanza en la gente

De acuerdo con el profesor Ángel Oropeza, la vulnerabilidad social es el foco de Psicodata. Y ésta se refiere a un conjunto de factores del entorno que influyen en las reacciones conductuales de la gente. A su vez, está relacionada con la posibilidad de sufrir trastornos psicológicos y de salud.

Para determinar esta situación, la investigación planteó  una serie de preguntas fundamentales a los encuestados en distintas dimensiones que incluyeron, entre otras, la percepción sobre asuntos como ansiedad y depresión, factores estresores, desesperanza, resiliencia, confianza en el otro, control personal, religiosidad,  apoyo familiar y social, miedo colectivo, disfunción social y clima socioemocional.

Sobre este último, es decir, respecto a las emociones colectivas predominantes en el contexto social del país, la encuesta encontró percepciones positivas y negativas.

En lo positivo,  75,7% de la población afirmó que el ambiente es de esperanza, 60% lo percibió como de solidaridad o ayuda mutua, 60% de tranquilidad para hablar y 54% de alegría. Sin embargo, solo 3 de cada 10 (33%) dijeron que el ambiente general afectivo del país es muy bueno y 1 de cada 4 (14%) afirmó que la situación económica es muy buena.

En lo negativo,  54% afirmó que el ambiente nacional es de miedo o ansiedad; la mitad (50%) piensa que es de enojo, hostilidad y agresividad  en la gente y, también, 50% opina que el estado de ánimo es bajo (tristeza, pasividad).

La desesperanza fue otro de los temas sobre los que se pidió opinión. En este mismo ámbito, la mayoría de la población reportó bajo (53%) o ningún (7%) nivel, mientras 38% refirió niveles moderados.  Sin embargo, casi la mitad (49%) de las personas con un nivel educativo bajo registró moderada o alta desesperanza, en comparación con los de nivel educativo alto (32%).

Las amas de casa son las más desesperanzadas (59%), en comparación con trabajadores públicos y privados (35%). Lo mismo ocurre con los adultos mayores de 65 años: 57% tienen este sentimiento versus 28% de los jóvenes entre 18 y 24

Por regiones, los  habitantes de los estados andinos  y el Zulia presentan mayor percepción de desesperanza: Táchira, Mérida y Trujillo reportaron 47,2% y Zulia 47%, esto versus los de la región capital (35,5%) y Guayana (36,2%).

La desconfianza en aumento

En 2023, Psicodata alertó que 8 de cada 10 venezolanos desconfiaban del otro. Un año después la cifra es aún más compleja: 89% considera que no se puede confiar en la mayoría de las personas. De ese total, 62% cree que la mayoría se aprovecharía de ellos si tuvieran la oportunidad y quienes menos confían son aquellos entre 35 y 44 años. En contraste, los que más creen que los demás pueden ser justos con ellos son los mayores a 55 años.

«Somos el país con mayor desconfianza en Latinoamérica, el continente con más desconfianza del mundo», advirtió el profesor Ángel Oropeza sobre estos números.

Los investigadores señalaron que la alta desconfianza puede acarrear consecuencias negativas en la productividad, comunicación, colaboración y el bienestar general dentro de cualquier comunidad u organización.

Adle Hernández indicó que, ante este clima, es posible y necesario reconstruir tejido social, entendiendo que las situaciones son únicas y se deben enfrentar desde sus propias complejidades.

«Tenemos que estar, meternos en la comunidad, trabajar con la gente. La confianza se construye trabajando con el otro, desde el respeto, la dignidad humana y entendiendo que si nos comprometemos con algo eso se debe cumplir y no generar falsas expectativas. El tejido y la confianza se construye estando con el otro y no aislándonos. Nos necesitamos los unos a los otros», afirmó.

Oropeza mencionó que existen programas estructurados de intervención psicosocial diseñados para revertir los efectos de este problema, «aunque están pensados para grupos pequeños».  Dijo que, a partir de acciones ya probadas, «se podrían desarrollar estrategias adaptadas a cada contexto para mitigar los niveles de desconfianza y promover el bienestar psicológico».

Miedo colectivo, ansiedad y estresores: algunas cifras de advertencia

De acuerdo con el informe de Psicodata, el miedo difuso colectivo es la «vivencia experimentada por la percepción de un peligro, cierto o impreciso, actual o probable, que la persona siente como amenazante para él mismo o su grupo».

Aunque el estudio reveló que la mayoría de los encuestados  (54%)  dice sentirlo en un nivel bajo y 9% no percibe ninguno,  casi cuatro de cada 10 (37%) sienten miedo moderado 0 alto ante situaciones de su entorno.

Destacó la encuesta que 6 de cada 10 venezolanos (57%) sienten temor frente al uso de su información personal; a 4 de cada 10 (41%) les da miedo dar su opinión en grupos desconocidos, pues no saben «quién puede estar escuchando» , y 38% confesó que no protesta por temor a la represión.

La región con mayor miedo difuso es la andina (donde 45.6% de sus habitantes declaró sentirlo) y la que menos lo reportó es la centroccidental (29.8%).

La ansiedad y depresión, como indicadores de malestar psicológico, también se encuentran presentes en la población venezolana.  Dos de cada 10 encuestados  sienten niveles moderados (18%) o altos (2%) de estos síntomas, asociados a problemas como pérdida de sueño, tensión y agobio, inutilidad percibida, infelicidad, desconfianza en sí mismos y minusvalía.  60% los reporta, pero de forma baja y sólo 20% no los percibe.

Por género, las mujeres presentan en mayor medida estos síntomas respecto a los hombres (23% frente a 16%). Y en cuanto a regiones, el Zulia y Oriente registran el mayor número de casos (23% de la población).

La encuesta también reveló que  49% de los venezolanos han perdido el sueño a causa de sus preocupaciones; 36% se ha sentido constantemente agobiado y en tensión;  31% sintió que no puede superar sus dificultades y otro 31% opinó que se ha sentido poco feliz y deprimido.

Respecto a las fuentes de estrés,  el aspecto económico ocupa el primer lugar (47% así lo declaró); el tema de la salud es el segundo en la lista (23%) y le siguen los problemas personales (15%), políticos (11%) y sociales (4%).

Todos somos vulnerables: la propuesta de psicodata para enfrentarlo

Partiendo de los indicadores obtenidos de las respuestas de los encuestados, los investigadores de Psicodata establecieron el Índice de Vulnerabilidad Psicosocial que existe en el país, el cual está divido en cuatro categorías: baja, moderada baja, moderada alta, y alta. 

Según el cruce y análisis de datos,  solo 10% de la población nacional presenta un nivel de vulnerabilidad bajo, mientras el resto (90%) atraviesa situaciones que afectan o influyen en la probabilidad de padecer problemas de salud física o psicológica. De este grupo, 23% se ubica en el grupo de vulnerabilidad moderada alta o alta y 67% están en condición de vulnerabilidad psicosocial moderada baja.

Por género, las mujeres son las más afectadas (25% registra vulnerabilidad moderada alta) versus el 19% de los hombres. Por ocupación, las amas de casa son las más vulnerables (23%) y los desempleados le siguen con 19%.

Frente a esta compleja realidad emocional de luces y sombras,  los investigadores presentaron cinco propuestas al país:

– Llevar la salud mental de un tema personal a uno de salud pública en todas las instancias de la sociedad.

– Adelantar un programa nacional de prevención del suicidio.

– Desarrollar programas de auxilio psicológicos (PAP) en organizaciones e instituciones, para ayudar en los primeros momentos a personas afectadas por una emergencia o evento traumático.

– Ejecutar programas de atención y fortalecimiento de la salud mental en empresas.

– Adelantar programas de fortalecimiento de la ciudadanía y la reconstrucción del tejido social, que incluyan el empoderamiento de la población como agente activo de salud mental y su  sensibilización para el establecimiento de relaciones interpersonales fundamentadas en los valores de respeto, honestidad, solidaridad y empatía.

 

 

Leer más en Ucabista