Este jueves 4 de julio se cumplen 90 años de la muerte de Maria Salomea Sk?odowska-Curie, más conocida como Marie Curie, una dedicada científica, cuya pasión y esfuerzo la llevaron a ganar dos premios Nobel. En 1903, junto a su esposo Pierre, recibió el Nobel de Física, siendo la primera mujer en obtener este prestigioso reconocimiento. Ocho años después, en 1911, fue galardonada con el Nobel de Química por sus logros individuales.
Por infobae.com
Marie Curie es conocida como la “madre de la física moderna”. Nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, en ese entonces parte del Zarato de Polonia, territorio perteneciente al Imperio Ruso, donde las autoridades impusieron su lengua y costumbres tras sofocar varias revueltas nacionalistas polacas.
Fue la quinta hija de Wladyslaw y Bronislawa Boguska. A los 10 años perdió a su madre y poco después, su hermana Sofía murió de tifus. Estas tragedias la alejaron de su fe católica, un rasgo profundo del pueblo polaco, y la llevaron al ateísmo, una decisión que le trajo algunos problemas en el futuro.
Marie Curie obtuvo licenciaturas en física y matemáticas. Se casó con Pierre Curie, con quien compartía una profunda conexión científica más que romántica. A pesar de esto, tuvieron dos hijas y colaboraron en numerosos proyectos científicos hasta la trágica muerte de Pierre en un accidente con un carruaje.
Irène Joliot-Curie, la hija mayor, siguió los pasos de su madre y fue galardonada con el premio Nobel de Química un año después del fallecimiento de Marie. Irène tuvo la oportunidad de trabajar estrechamente con su madre en sus investigaciones.
Marie Curie arriesgó su vida en nombre de la ciencia, exponiéndose a la radiación durante sus investigaciones. Se cree que su muerte en 1934, debido a anemia aplásica, fue causada por los largos años de trabajo en su laboratorio. Su cuerpo fue enterrado en un ataúd sellado con una pulgada de plomo para aislarlo.
Siempre que le preguntaban sobre sus logros más importantes, Curie solía decir: “Nada en este mundo debe ser temido, solo entendido”, una frase que reflejaba su pasión por la ciencia.
A los 15 años, Marie Curie no fue aceptada por la Universidad de Varsovia debido a su política de no admitir mujeres. Determinada a seguir con su educación, Marie asistió a la “Universidad Volante”, una institución clandestina a la que accedían las mujeres y brindaba a los jóvenes polacos una educación de alta calidad en su propia lengua.
El nombre de “volante” (o “flotante”, como lo denominan algunos autores) se debe a la necesidad de alumnos y maestros de cambiar continuamente de lugar para eludir el estricto control ruso.
En 1890, Bronya, hermana de Marie, se convirtió en la primera mujer de la familia en poder estudiar. Mientras tanto, Marie trabajaba como institutriz en Varsovia y financió los estudios de medicina de su hermana en la Universidad de París. En un “pacto de damas”, Bronya ayudó a que Marie, en 1891, iniciara sus estudios de física, química y matemáticas en la misma universidad francesa.
En las aulas, Marie era una rara avis, una de las solo 27 mujeres entre 749 hombres. Además, no dominaba bien el francés y sus conocimientos de matemáticas y física estaban por debajo del nivel de sus compañeros.
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