Reproducción sin apareamiento: ¿cómo ocurren los “nacimientos virginales” en el reino animal?

Reproducción sin apareamiento: ¿cómo ocurren los “nacimientos virginales” en el reino animal?

La partenogénesis permite la reproducción sin apareamiento EFE/Carol Lyn Parrish /FWC

 

 

 

Algunos animales pueden tener crías sin aparearse gracias al proceso denominado partenogénesis. Este fenómeno permite que ciertos animales, desde abejas melíferas hasta serpientes de cascabel, den a luz siendo vírgenes, es decir, que experimenten “nacimientos virginales”.

Por Infobae

Estos nacimientos suelen ser una gran sorpresa para los cuidadores de animales. Un ejemplo notable es el de Leonie, un tiburón cebra que en 2016 tuvo tres crías sin haber interactuado con ningún tiburón macho, ya que vivía únicamente con otros tiburones hembra en el Acuario Reef HQ de Australia. Años antes, en el zoológico de Louisville, un caso similar se observó con una pitón reticulada llamada Thelma. Esta serpiente, que nunca había visto un macho, puso seis huevos que se convirtieron en serpientes jóvenes y saludables.

En un ejemplo aún más sorprendente, en 2006, en el Chester Zoo en Inglaterra, un dragón de Komodo llamado Flora también tuvo descendencia sin intervención masculina y dejó atónitos a sus cuidadores.

La partenogénesis proviene de dos raíces griegas que se traducen literalmente como “creación virginal”.

Mecanismo de partenogénesis

La reproducción sexual generalmente requiere de dos elementos: un óvulo y un espermatozoide, cada uno aportando la mitad de la información genética necesaria para crear un organismo vivo. Sin embargo, en la partenogénesis, el cuerpo encuentra una manera única de reemplazar los genes que normalmente proporcionan los espermatozoides.

Los ovarios producen óvulos a través de un proceso complejo llamado meiosis, donde las células se replican, se reorganizan y se separan. Estos óvulos contienen solo la mitad de los cromosomas de la madre, siendo células haploides. El proceso de meiosis también produce un subproducto: cuerpos polares, células más pequeñas e independientes del óvulo fértil. En una versión de partenogénesis llamada automixis, estos cuerpos polares pueden fusionarse con el óvulo y posibilitar la reproducción. Este proceso, registrado en tiburones, crea una combinación de los genes de la madre, resultando en crías similares a la madre pero no idénticas.

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