El republicano Donald Trump busca un candidato a vicepresidente competente y leal para las elecciones de noviembre, y de ser posible, que no lo eclipse demasiado.
¿Nominará al influyente senador cubanoestadounidense de Florida Marco Rubio? ¿Al gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum o al joven autor de libros superventas J.D. Vance, muy popular en el Congreso?
Quizá un perfil que sorprenda.
La elección de Donald Trump, de 78 años, es objeto de todo tipo de especulaciones hasta que la haga pública.
Debería hacerlo antes de la convención republicana que se celebrará en Milwaukee (norte) la próxima semana, durante la cual el dúo que formará Trump con su compañero de fórmula será coronado oficialmente por el partido.
Se suponía que el nombre se conocería antes, pero los republicanos prefirieron dejar el foco de atención en el debate en torno al estado de salud del presidente Joe Biden, de 81 años.
“Excelente trabajo”
El candidato republicano se ha mantenido muy discreto sobre su compañero de fórmula ideal.
“Va a ser un gran vicepresidente”, se limitó a decir el lunes en Fox News, antes de enumerar las condiciones que busca en una eventual futura mano derecha.
Hace falta “alguien que nos ayude a ser elegidos”, dijo el millonario republicano, es decir alguien que le permita ampliar su base de votantes. Pero también “alguien que sea capaz de hacer un excelente trabajo como presidente”.
En Estados Unidos el cargo de vicepresidente está pensado principalmente para sustituir al presidente en caso de fallecimiento o dimisión.
Nueve vicepresidentes han llegado a la presidencia en estas condiciones. Los más recientes fueron Lyndon Johnson, tras el asesinato de John F. Kennedy, y Gerald Ford, después de que Richard Nixon dimitiera por el escándalo Watergate.
Algunos vicepresidentes han optado por buscar la presidencia luego de sus mandatos, como el propio Joe Biden, quien fue el segundo de Barack Obama.
Lealtad
Aparte de eso, el cargo, tal y como se describe en la Constitución, es extremadamente limitado.
John Adams, el primer vicepresidente de la historia de Estados Unidos, se quejaba amargamente de su destino en una carta a su esposa Abigail en 1793: “Mi país, en su infinita sabiduría, ha concebido para mí el cargo más insignificante jamás imaginado por el Hombre”.
Con el tiempo se transformó ligeramente y en la actualidad equivale a una “especie de asesor polivalente” del inquilino de la Casa Blanca, explicó a la AFP Joel Goldstein, profesor de la Universidad de Saint Louis.
La actual vicepresidenta, Kamala Harris, se encarga sobre todo del derecho al aborto y de los temas de inmigración. Su caso despierta gran interés debido a la edad del presidente Biden.
Lo cierto es que los poderes del vicepresidente dependen en gran medida de la personalidad del presidente, señala Goldstein.
“Y cuesta ver a Trump dejando que alguien le robe el protagonismo”, asegura.
Pero quizá la cualidad que Trump valora por encima de todo es la lealtad.
Su ex vicepresidente Mike Pence juró lealtad absoluta al republicano pero el 6 de enero de 2021 se negó a impedir la validación de la victoria de Joe Biden por el Congreso, contradiciendo así las órdenes de Donald Trump.
Los partidarios del republicano ven ahora a Mike Pence como un traidor y Donald Trump ha descartado de plano volver a elegirlo como compañero de fórmula.
¿Quiénes son sus candidatos favoritos? Es un misterio pero varios nombres suenan más que otros, como Doug Burgum, Marco Rubio y J.D. Vance.
Cada vez que se le pregunta por el asunto, el entorno de Trump remite a la breve declaración de Brian Hughes, uno de sus asesores: “Quienquiera que diga saber a quién elegirá el presidente Trump como vicepresidente, o cuándo, miente. A menos que esa persona se llame Donald Trump”. AFP