La concentración de la Unidad en el crucero de Lechería estuvo signada por la presencia de mujeres de la tercera edad, quienes desean volver a ver a sus familias juntas, pues actualmente están disgregadas por la migración.
Corresponsalía lapatilla.com
“Quiero conocer a mi nieta. Mi hija es una profesional graduada en la UDO (Universidad de Oriente) que se tuvo que ir a Colombia porque aquí la plata no alcanza“, contó Morela Cárdenas, quien está acompañada solo por un nieto, ya que a los demás no los conoce.
También con lágrimas en los ojos, Maritza Bolívar cuenta parte de su tragedia: “La crisis en la que nos tienen, han llevado a separarnos. Después de una vida de trabajo, estamos pasando nuestra vejez en soledad y llanto. Ahora, al menos, tenemos una esperanza con Edmundo y María Corina“.
Bolívar es maestra jubilada, sus familiares ya no están en el país. Perdió su casa porque no pudo pagarla, vendió todo y, por fortuna, pudo comprarse “un techo” donde vivir, pero todos los días recuerda los años de prosperidad. “Uno trabajaba y con su trabajo podía tenerlo todo. Ahora vivimos en pobreza”.