Una niña de un año tuvo que ser hospitalizada debido al gran tamaño de su cráneo y a que presentaba retrasos en sus habilidades motoras. Una vez internada le realizaron una tomografía que reveló que tenía un “tejido blando, hueso similar al de las extremidades y sombras de tejido óseo mixto en el área intracraneal”. Le realizaron una craneotomía y descubrieron que tenía un feto creciendo en su cabeza.
Por: TN
A pesar de que pudieron sacarlo por completo, la niña estuvo inconsciente después de la cirugía, sufrió convulsiones y 12 días después murió, debido a que el daño cerebral era extremadamente grave.
Esta condición es increíblemente rara y se conoce como feto en feto (FIF), o feto parásito, y ocurre en aproximadamente uno de cada 500.000 nacimientos. Estos pueden presentarse en distintas partes del cuerpo, como la pelvis o como en este caso, en la cabeza, en la cual es 100% fatal.
El feto es el de su hermano gemelo, que había sido “absorbido” durante la gestación, en el marco de un proceso de desarrollo llamado plegamiento de la placa neural, un paso necesario para la formación de la estructura del cerebro y la médula espinal.
Puedes leer la nota completa en TN