Hamás decidió poner fin a las negociaciones para un alto el fuego en la guerra con Israel en la Franja de Gaza, al día siguiente de que un bombardeo israelí apuntará a su jefe militar, anunció el domingo a AFP el movimiento terrorista palestino.
Este anuncio se produce después de que, según Hamás, bombardeos israelíes mataran el sábado a 92 palestinos en el campo de desplazados de Al Mawasi, en el sur del territorio, cerca de Jan Yunis, ya a 20 personas en el campo de Al Shati en Ciudad de Gaza, en el norte, según la Defensa Civil.
Israel indicó que había apuntado en el sector de Jan Yunis contra dos altos dirigentes de Hamás, Mohammed Deif y Rafa Salama –jefe del brazo armado y comandante en Jan Yunis, respectivamente–, presentados como “dos cerebros de la masacre del 7 de octubre”, día del ataque del movimiento islamista en Israel que desencadenó la guerra en Gaza.
“El bombardeo tuvo lugar en una zona cerrada gestionada por Hamás, donde, según nuestras informaciones […] no había civiles”, afirmó el ejército israelí, que aseguró que “la mayoría de las víctimas eran terroristas”.
Un alto responsable de Hamás informó a AFP el domingo de la decisión del movimiento de poner fin a las negociaciones para un alto el fuego, denunciando la “falta de seriedad” y las “masacres” israelíes “contra civiles desarmados”.
“El jefe de la oficina política de Hamás, Ismail Haniyeh, informó durante una serie de llamadas a los mediadores y participantes regionales” de esta decisión, añadió.
Otro alto responsable del movimiento anunció que su jefe militar, Mohammed Deif, estaba vivo. “Está bien y supervisa las operaciones de las Brigadas al Qasam [el brazo armado de Hamás] y de la resistencia”, dijo bajo condición de anonimato.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el viernes que no había “certeza” de que Mohammed Deif y Rafa Salama hubieran sido “eliminados”.
“Terrible masacre”
La guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza se desencadenó el 7 de octubre, cuando comandos terroristas palestinos mataron a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 38.443 personas en Gaza, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna el territorio palestino desde 2007.
El bombardeo en el campo de Al Mawasi, atribuido por Hamás a Israel, constituye uno de los más mortíferos desde el comienzo de la guerra. Hamás denunció una “terrible masacre”.
Para Netanyahu, la operación del sábado envía “un mensaje de disuasión” a los enemigos de Israel y contribuye a debilitar a Hamás.
Mohammed Deif, uno de los responsables más buscados por Israel desde hace años, fue quien anunció en un audio difundido por Hamás el 7 de octubre el inicio del ataque. Deif logró escapar a seis intentos de eliminación.
El ejército israelí no comentó las informaciones de la Defensa Civil palestina sobre 20 muertos en un bombardeo en el campo de refugiados en Al Shati, en Ciudad de Gaza, donde las tropas operan desde hace varias semanas.
Duro golpe para las negociaciones
Tras meses de llamados internacionales a un alto el fuego, la decisión de Hamás de poner fin a las negociaciones asesta un duro golpe a los esfuerzos de los mediadores –Catar, Egipto y Estados Unidos– para conseguir una tregua en el territorio asediado, donde la situación humanitaria es deastrosa.
Los intentos diplomáticos habían comenzado después de que la semana pasada Hamás aceptara negociar la liberación de los rehenes y los presos palestinos en Israel en ausencia de un alto el fuego permanente, que constituía una de sus líneas rojas.
El jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó el sábado a Netanyahuh de querer bloquear un alto el fuego a través de “masacres odiosas”, según un comunicado del grupo.
“La posición israelí […] consiste en poner obstáculos que impiden lograr un acuerdo”, denunció Haniye, que por el contrario subrayó “una respuesta positiva y responsable” de Hamás a los esfuerzos mediadores.
Netanyahu siempre afirmó que pretende continuar la guerra hasta la destrucción de Hamás, considerada una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, y lograr la liberación de todos los rehenes.
Con información de AFP