Pese al poco tiempo que pasaron en la Casa Blanca, muchos consideran a John F. Kennedy (JFK) y a su esposa, Jacqueline Bouvier, como la pareja presidencial más icónica de la historia de Estados Unidos.
Por BBC
En 2017, un estudio de la organización no partidista InsideGov los ubicó en el sexto lugar entre los matrimonios con más poder que han llegado a gobernar ese país.
Como fenómeno político, la presidencia de JFK representó una renovación al inyectar nueva energía y un cierto optimismo en el país. También significó el clímax para una dinastía.
Joseph P Kennedy, el padre de JFK, fue un millonario empresario de raíces irlandesas que nació en el seno de una poderosa familia de Nueva Inglaterra y que llegó a ser embajador en Reino Unido durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt.
En 1914, se casó con Rose Elizabeth Fitzgerald, cuyo padre había sido alcalde de Boston y que pertenecía a la clase privilegiada de raíces católicas de esa ciudad. En 1951, el papa Pío XII la nombró condesa.
El matrimonio tuvo nueve hijos, pero muchos de sus descendientes tuvieron un fin prematuro.
La última tragedia en la familia tuvo lugar el 1 de agosto de 2019, cuando Saoirse Kennedy Hill -una de las nietas de Robert F. Kennedy, el hermano de JFK- murió por sobredosis a los 22 años.
Su fallecimiento, sin embargo, apenas fue uno de varios eventos traumáticos sufridos por su familia, que han hecho que la opinión pública estadounidense hable de “la maldición de los Kennedy”.
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