El temible dragón de Komodo, originario de Indonesia y el lagarto vivo más grande del mundo, tiene una capa de hierro en sus dientes que le ayuda a matar a sus presas, según un estudio publicado el miércoles.
La investigación, realizada por miembros del King’s College de Londres, reveló la presencia de capas protectoras de hierro en el pigmento naranja que se encuentra en las puntas de los dientes del animal.
“Esta característica nunca se había registrado antes en un reptil carnívoro“, señaló el estudio, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution.
Los investigadores, además de hallar este tipo de recubrimiento en los dientes del dragón de Komodo, encontraron características similares en los de otros reptiles vivos, como los lagartos monitor, cocodrilos y caimanes.
El estudio subraya que la concentración de hierro desempeña “un papel clave en el sostén de los dientes aserrados” de los enormes lagartos, que los utilizan para matar a sus presas.
Estos se alimentan de una gran variedad de mamíferos, desde roedores hasta búfalos de agua, y matan con un doble golpe de dientes afilados y mordedura venenosa.
Los científicos creen que el recubrimiento de hierro pudo haber existido en dinosaurios carnívoros, aunque ya no se han encontrado pruebas de aquello en los dientes fosilizados de reptiles y dinosaurios.
Los dragones de Komodo viven en el parque nacional del mismo nombre y en la vecina isla de Flores, en Indonesia.
Sólo quedan 3.458 ejemplares adultos y crías en libertad, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Miles de turistas acuden cada año a estas islas, el único lugar del mundo donde pueden verse dragones de Komodo en su hábitat natural.
Estos reptiles, que pueden alcanzar los tres metros de longitud y pesar hasta 90 kilos, están amenazados por la actividad humana y el cambio climático, que destruye su hábitat. AFP