Kimberly Cheatle era la primera mujer en dirigir el Servicio Secreto de EE.UU. Pero las fallas que dieron paso a un atentado contra Donald Trump el pasado 13 de julio cortaron su notable carrera.
Por BBC Mundo
La funcionaria presentó este martes su renuncia al cargo, un día después de que enfrentó las duras críticas de legisladores republicanos y demócratas que pidieron su dimisión luego de seis horas de audiencia en la Cámara de Representantes.
En el interrogatorio, Cheatle, de 53 años, defendió el trabajo de los agentes, pero también reconoció que el atentado fue “el fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas”.
El pasado 13 de julio, Trump realizaba un mitin de su campaña por la Casa Blanca en Pensilvania cuando un hombre, Thomas Matthew Crook, de 20 años, accionó un rifle desde un tejado cercano.
Una bala rozó la oreja derecha de Trump, causando una herida que no puso en riesgo su vida. La ráfaga de disparos dejó un muerto y dos heridos del público.
En una carta en la que presentó su dimisión, Cheatle dijo que asumía “toda la responsabilidad por el fallo de seguridad” y que optaba por dejar el cargo para evitar distracciones al Servicio Secreto.
Tres décadas de servicio
El presidente Joe Biden nombró a Cheatle para dirigir el Servicio Secreto -que supervisa la protección de los presidentes actuales y anteriores- en septiembre de 2022.
Cheatle llegaba al cargo con una trayectoria de 27 años en la agencia desempeñando diversas funciones.
Durante su etapa como agente, Cheatle participó en una operación tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 para poner en resguardo al entonces vicepresidente Dick Cheney en la Casa Blanca, pues muchos temían que estuviera en peligro.
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