Alegría, optimismo y mucha fe llevó a cientos de venezolanos en Miami a concentrarse en diversos lugares donde la diáspora tiene presencia, para festejar lo que ellos denominan el fin del chavismo. El domingo Venezuela celebraba elecciones presidenciales entre Nicolás Maduro y Edmundo González, quien parte como favorito en las encuestas.
Por Verónica Egui Brito | El Nuevo Herald
Mientras unos venezolanos se reunían en Brickell, en la antigua sede del consulado de Venezuela, otros se congregaban en El Arepazo, en la ciudad de Doral, feudo de la comunidad sudamericana. Los venezolanos repetían —¡Libertad! y ¡Hasta el final!, uno de los eslogans de campaña de la líder de oposición María Corina Machado, quien aunque está inhabilitada, ha sido articuladora para que González obtenga mayoritariamente respaldo de la población.
En 1100 Brickell Avenue se reunieron más de cincuenta venezolanos convocados por diversas organizaciones sin fines de lucro, incluyendo Venezuelan American Caucus, liderada por su directora ejecutiva Adelys Ferro, quien dijo sentir dolor y frustración de no poder votar en las presidenciales venezolanas, pero aseguró que la sociedad venezolana ha convertido el más grande dolor de ver a sus familias separadas, como la de ella, en fuerza. “La separación familiar está haciendo que los venezolanos hoy voten masivamente para que volvamos a celebrar las navidades en familia”, dijo Ferro.
Jóvenes, niños y ancianos celebraban la posibilidad de un cambio político en Venezuela. Aunque no pudieron votar en estas elecciones, no dejaron que la distancia impidiera seguir el desarrollo del proceso electoral.
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