El plan de Kamala Harris como compañera de fórmula era pasar por alto a J. D. Vance y considerarlo nada más que un instrumento de Donald Trump. Pero ahora que ella es la probable aspirante demócrata, su campaña considera que el senador de Ohio es una gran desventaja, por lo que hace hincapié en su propio proceso de selección de vicepresidentes y en las audiciones públicas de los aspirantes.
Por CNN
El ascenso de Vance, a pesar de su relativa falta de experiencia gubernamental, está dando a Harris una nueva oportunidad de ir a por Trump. El mensaje no es sólo que Vance es “raro”, como dijo la vicepresidenta en una recaudación de fondos este fin de semana, o que tiene opiniones objetables, dijeron los asesores; es que el senador de Ohio no debería estar a dos pasos de la presidencia, y que el hecho de que Trump lo elija plantea más preguntas sobre la cúpula de la candidatura.
La estrategia es también una forma de poner la edad de Trump en el punto de mira, ahora que el presidente Joe Biden no forma parte de la conversación, destacando lo cerca que Vance podría estar de ocupar el Despacho Oval si algo le ocurriera a un presidente de 78 años. Y señalar agujeros en el currículum de Vance, como están haciendo algunos posibles compañeros de fórmula de Harris, es una forma de argumentar que los republicanos están exigiendo a la presunta candidata demócrata un nivel de excelencia diferente cuando la atacan por ser una “contratación DEI”.
“Tenemos una mujer negra, tenemos un hombre blanco, y nadie le preguntó al hombre blanco” sobre la experiencia, dijo a CNN el copresidente de la campaña de Harris, Mitch Landrieu.
Tras el anuncio de la elección de Vance por parte de Trump, y mientras los demócratas seguían a la espera de saber si Biden abandonaría la carrera, Harris dijo a varios asesores que veía la elección de Trump como una redoblada apuesta por su base MAGA en lugar de ampliar el atractivo de la candidatura. Ella y su equipo estaban entusiasmados por enfrentarse a Vance en contraposición a los otros en la lista de candidatos del expresidente, deseosos de etiquetarlo como hipócrita y adulador de Trump.
Pero ahora, mientras sus posibles compañeros de candidatura se turnan para criticar a Vance por sus polémicos comentarios sobre las mujeres sin hijos y sus cambios de opinión sobre Trump, además de cuestionar sus raíces en los Apalaches, el equipo de Harris está enfrentando a Vance con las personas de su propia lista para tratar de establecer un contraste.
El republicano de Ohio, de 39 años, es “una de las personas menos preparadas que jamás hayamos propuesto para ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos”, dijo Landrieu, con cualificaciones que no van mucho más allá del mínimo constitucional de ser ciudadano estadounidense nacido naturalmente y tener 35 años.
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