La “dulce” anciana que enterró a sus cinco maridos y se llevó sus oscuros secretos a la tumba

La “dulce” anciana que enterró a sus cinco maridos y se llevó sus oscuros secretos a la tumba

Betty Johnson Neumar enviudó cinco veces en su vida

 

En la superficie, Betty Neumar parecía una abuela típica, con su cabello blanco y su debilidad por los salones de belleza y la recaudación de fondos para la iglesia, sin embargo, detrás de esa fachada se escondía una historia oscura de muertes sospechosas y secretos bien guardados. ¿Fue Betty una viuda negra o una víctima de un destino ensañado con ella? Sus cinco maridos murieron de forma violenta y ella, mientras iba acumulando riqueza, se mudaba de un estado a otro de Estados Unidos, sin que nadie la señalara. Pero su suerte cambió, cuando el hermano de una de sus víctimas, Al Gentry no se dejó llevar por las apariencias y llegó a ella siguiendo pistas, la anciana viuda de su hermano quien creía que podría ser la responsable de un asesinato cometido en 1986. “Esa persona todavía está ahí fuera. Voy a luchar hasta mi último aliento hasta descubrir quién lo mató”, expresó en una oportunidad.

Por infobae.com





Betty Neumar fue acusada en 2008 por el asesinato en primer grado de Harold Gentry. Reabrieron el caso por presión del hombre ante las autoridades policiales. Él siempre creyó que la abuela era responsable del crimen. El sheriff del condado de Stanley, que recién asumía su cargo, decidió tomarlo. La investigación no fue sencilla porque la mujer saltaba de un estado a otro, pero lograron armar un rompecabezas con detalles de su vida en su paso por Carolina del Norte, Ohio, Florida y Georgia, los estados en los que se casó.

Tiros en la nuca

Betty Johnson nació en Ohio en 1931 y se casó por primera vez a los 18 años con Clarence Malone en Ironton, Ohio, en 1950. Su matrimonio llegó a su fin después de que ella denunciara malos tratos y se divorciaron en algún momento antes de 1970. Tuvieron un hijo, Gary, nacido en 1952. Clarence se volvió a casar dos veces antes de ser asesinado a tiros en la nuca frente a su taller de automóviles en noviembre de 1970. Su muerte fue declarada homicidio, pero nunca se resolvió.

Muerte en un muelle

El segundo marido de Betty, James Flynn, adoptó a su hijo Gary. Según las declaraciones de Betty, Flynn murió en un muelle en Nueva York a mediados de los años cincuenta. No se denunciaron circunstancias sospechosas ni se investigó su muerte en aquel momento debido a la falta de pruebas y denuncias. Ella le dijo a los investigadores “mi marido murió en un muelle” en algún lugar de Nueva York a mediados de la década de 1950. Ella y Flynn habían sido padres de una niña llamada Peggy.

Suicidio

A mediados de la década de 1960, Betty se casó con Richard Sills, un marinero, mientras trabajaba como esteticista en Jacksonville, Florida. En abril de 1967, Richard Sills fue encontrado muerto en su dormitorio en Big Coppitt Key, Florida. Betty le dijo a la policía que estaban discutiendo cuando él se pegó un tiro. La muerte fue inicialmente declarada un suicidio, pero la posterior revisión del caso reveló que Sills podría haber recibido dos disparos. Los investigadores encontraron documentos del médico forense de la Marina que indicaban que Sills había sido herido en el corazón y el hígado por dos balas de una pistola calibre 22. A pesar de estas revelaciones, los investigadores de Florida intentaron en 2009 exhumar el cuerpo de Sills para una autopsia, pero luego determinaron que se aplicaba un estatuto de limitaciones al caso.

Más balas

En enero de 1968, Betty se casó con Harold Gentry, quien estaba en el ejército. La pareja se mudó a Norwood, Carolina del Norte, a fines de la década de 1970, después de la jubilación de Harold. Con el tuvo a Kelly, su segunda hija. Su relación estuvo marcada por constantes peleas, y justo antes de la muerte del marido en 1986, Betty le pidió que se mudara. Harold fue encontrado baleado en su casa, y la nuevamente viuda cobró unos 20.000 dólares del seguro de vida. Las autoridades descubrieron que Betty había intentado contratar a tres personas para asesinar a Harold semanas antes de su muerte. También se supo que ella tenía deudas con 36 tarjetas de crédito que tenía en ese momento y que fueron saldadas con el dinero que cobró del seguro al enviudar. Aunque fue arrestada en 2008 y acusada de asesinato en primer grado, el caso nunca llegó a juicio debido a su muerte en 2011, tras enfermarse de cáncer.

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