Desde Ucrania a Venezuela: la táctica de desinformación de Rusia en Latinoamérica

Desde Ucrania a Venezuela: la táctica de desinformación de Rusia en Latinoamérica

FOTO DE ARCHIVO. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, pronuncia un discurso durante una reunión con la cúpula del Ministerio de Exteriores ruso en Moscú, Rusia. 14 de junio de 2024. REUTERS/Maxim Shemetov

 

Desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania en 2022, Rusia ha intensificado sus esfuerzos para ganar aliados y fortalecerse como potencia mundial, enfocándose particularmente en Latinoamérica. Según indicó a Diálogo Douglas Farah, experto en seguridad nacional y crimen organizado, “la influencia de Rusia en América Latina aumentó en el 100% en los últimos dos años”.

Por: Infobae





Rusia, sucesora de la Unión Soviética, ha mantenido una presencia en la región desde mediados del siglo XX, comenzando con la revolución cubana y la revolución sandinista en Nicaragua. Cuba, Nicaragua, y Venezuela son actualmente los más cercanos al Kremlin y también los más autoritarios. Farah afirmó a Diálogo que estos países “encontraron en Putin un salvavidas diplomático” que los defiende ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, proporcionándoles, además, equipos de seguridad, inteligencia y armamento militar.

Como contrapartida, estos países han facilitado a Rusia el acceso a sus puertos y espacios aéreos, y le brindan apoyo político y diplomático, ofreciendo una legitimidad internacional. Sin embargo, el análisis de Farah subraya algo tal vez aún más crítico: Rusia ha establecido una plataforma para expandir su influencia a través de una audaz estrategia que combina la política con la desinformación. “Con el apoyo de medios regionales, influencers y bots, Rusia ha creado un ecosistema informativo desde el cual distorsiona la realidad en favor de sus intereses”.

El impacto de estas “operaciones de desinformación” es significativo, según Farah. Un claro ejemplo es la postura de los países latinoamericanos frente a la invasión de Ucrania en la reciente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC y la Unión Europea (UE) en Bruselas. Aunque los países de la CELAC expresaron su “más profunda preocupación”, se negaron a incluir términos como “rechazo” y “condena”. Al respecto, el presidente de Lituania publicó: “No se dejen seducir por la propaganda de Rusia”.

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