Apple ha decidido retirar del mercado uno de sus accesorios más antiguos y recordados: el Apple USB SuperDrive, un dispositivo que desde 2008 ha permitido a los usuarios reproducir y grabar CDs y DVDs en sus Macs. Este accesorio, que fue lanzado junto al primer MacBook Air, desapareció recientemente de la tienda en línea de Apple en Estados Unidos, lo que marca el final de una era en la que los discos ópticos desempeñaban un papel fundamental en la informática personal.
Por Semana
El Apple USB SuperDrive surgió en un momento de transición para Apple y para toda la industria tecnológica. El lanzamiento del MacBook Air en 2008, sin una unidad óptica integrada, fue una declaración clara de la visión de Apple hacia el futuro: ordenadores más delgados y ligeros, sin las restricciones de componentes voluminosos como los lectores de CD/DVD. Sin embargo, la compañía reconoció que muchos usuarios todavía necesitaban acceder a medios ópticos, por lo que lanzó el SuperDrive como una solución externa.
Este dispositivo, que desde hace 15 años se conectaba a través de USB, permitía a los usuarios realizar tareas básicas como ver películas en DVD, instalar software o crear discos de respaldo. Durante años, a pesar de la disminución en el uso de CDs y DVDs, el Apple SuperDrive siguió siendo una herramienta valiosa para un nicho específico de usuarios que todavía requerían estas funciones.
Con el tiempo, los medios ópticos cayeron en desuso debido a la creciente adopción de formatos digitales y el auge del almacenamiento en la nube. La eliminación de las unidades ópticas en todos los modelos de Mac a partir de 2013 subrayó esta tendencia. Aunque el SuperDrive continuó estando disponible para aquellos que lo necesitaban, su relevancia disminuyó significativamente en un mercado que se movía hacia soluciones más modernas y eficientes.
El reciente agotamiento del SuperDrive en la tienda en línea de Apple en Estados Unidos sugiere que la compañía ha decidido finalmente cesar su producción. Esto no solo representa el fin de un producto específico, sino también un claro indicador de que la compañía está dejando atrás las tecnologías que han sido superadas por la evolución digital.
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