El Ejército israelí aprobó este lunes planes para los “diferentes frentes” en vistas a un posible ataque de Hezbolá y de Irán, después de que resurgiera en las últimas horas el miedo a un ataque inminente de Irán y de sus aliados contra Israel.
En un mensaje muy parecido al que publicó hace justo una semana, tras el asesinato en Teherán de Ismail Haniyeh, el antiguo líder político de Hamas, en un ataque atribuido a Israel, y cuando una represalia iraní parecía inminente, Israel confirmó que el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, mantuvo una reunión con los principales responsables de las fuerzas armadas para analizar la situación.
“El jefe del Estado Mayor enfatizó la continuación de un alto nivel de alerta y los esfuerzos para prepararse tanto para una ofensiva como para la defensa”, detalló este lunes un comunicado castrense.
Esta mañana, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que sus fuerzas se encuentran en un estado de “vigilancia y preparación” ante la posibilidad de un inminente ataque en represalia por el asesinato de Haniyeh hace casi dos semanas y del líder militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut.
Gallant, durante una reunión del Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad de la Knesset (Parlamento israelí), reiteró que las capacidades defensivas del país se han visto reforzadas en los últimos días, pero también las ofensivas.
Anoche, vía llamada telefónica, el ministro conversó con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, poco después de que el Pentágono ordenase el despliegue de un submarino con misiles guiados en Oriente Medio.
Con todo, el Ejército israelí insistió anoche en que no ha cambiado las “instrucciones en el frente interno” en materia de emergencias para la población civil, a fin de desmentir las informaciones publicadas en medios israelíes según las cuales Irán llevará a cabo su represalia antes del martes.
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