El opositor Juan Guaidó, la figura de la oposición venezolana más importante entre 2019 y 2022, fue declarado y reconocido como presidente interino por más de 50 países alrededor del mundo, luego de que los comicios de 2018 le dieron, de manera cuestionada, el triunfo a Nicolás Maduro.
Por El Tiempo
Entre los gobiernos que lo respaldaron como mandatario interino estaba el de Iván Duque en Colombia. Y, bajo ese contexto, insiste en que es “lamentable la posición de Gustavo Petro” al no respaldar de manera plena la “obvia la expresión popular del voto” en las elecciones presidenciales del pasado 28 julio.
Guaidó sabe que Colombia juega un papel importante en la resolución de la crisis que hoy atraviesa la política venezolana tras los comicios, que sumieron al país vecino en la incertidumbre. Por lo mismo, en esta entrevista le recuerda al presidente Petro que no reconocer la victoria de Edmundo González es darle tiempo al régimen de Maduro para “normalizar la tragedia deliberadamente”.
En 2023, debido a las amenazas y la persecución del régimen, Guaidó tuvo que salir del país para proteger su vida. El también exdiputado y expresidente de la Asamblea Nacional por el partido Voluntad Popular salió de Venezuela por la frontera con Colombia, que supuestamente lo amenazó de deportación por haber burlado los controles oficiales. No obstante, EE. UU. intermedió por él y el 26 de abril del año pasado llegó a ese país.
Desde su exilio en Miami, dedicado a la docencia, pero sin dejar de lado la lucha por la democracia en Venezuela, un Guaidó notablemente más aterrizado y sopesado conversó con EL TIEMPO.
¿Qué tiene de diferente lo que ocurrió el 28 julio a lo que sucedió en 2019, cuando se creó el Gobierno interino que usted presidió y que no forzó la salida de Nicolás Maduro?
Hay que partir de un elemento clave y es la legitimidad de origen. En el 2019, fue nuestra Constitución y la Asamblea Nacional las que respaldaron esa lucha (de formar un gobierno interino). Pero, en este momento, la legitimidad viene dada por la expresión del voto de todos los venezolanos. La dictadura está violando la expresión popular y esa es una gran diferencia.
¿Cuál es el objetivo ahora?
La transición y el cese de la usurpación. No podemos seguir con el discurso de “vamos a acompañar una solución democrática en Venezuela o a lograr un proceso de diálogo”. En mi país ha habido 13 procesos de diálogo y la solución democrática fue la elección que tuvimos el 28 de julio y la ganamos. No nos pueden volver a pedir algo como eso. En Venezuela, estamos ante una dictadura y llamarla de otra manera no la hace más amable ni menos dolorosa para quienes están tras las rejas y para quienes han sido asesinados después del 28 de julio.
Una de las herramientas que tiene la comunidad internacional son las sanciones, ¿usted cree que deben mantenerse?
Hay un período de efectividad y eficacia de las sanciones. Por ejemplo, cuando sancionan a Álex Saab, una persona que robaba dinero y que era testaferro de Nicolás Maduro, él termina utilizando a una segunda persona para que haga su trabajo. Sin embargo, para que las sanciones sean eficaces y efectivas debe haber un seguimiento sobre el objetivo de esta, no únicamente de la persona sancionada.
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