El misterioso origen de las papas fritas: una venganza fallida y dos países en disputa hasta hoy

El misterioso origen de las papas fritas: una venganza fallida y dos países en disputa hasta hoy

El pelapapas, la doble fritura y las máquinas de cortar mejoraron aún más el plato

 

Imposible que los habitantes que andaban por América del Sur hace unos 7000 años, especialmente por lo que hoy es el Altiplano que comparten los actuales territorios de Perú y Bolivia, supieran que ese tubérculo que probaron comer hace tanto tiempo se convertiría en un ingrediente básico de la cocina global. Imposible incluso que lo imaginaran los incas, que más acá en el tiempo, hace unos 4000 años, desarrollaron sistemas de riego, de terrazas agrícolas y de conservación de ese tubérculo que los alimentaba tanto y tan bien. Y sin embargo, varios milenios después, todo eso que no imaginaban es nuestra realidad: la papa es uno de los alimentos más populares del planeta Tierra.

Por infobae.com





Su variedad de especies, su capacidad de adaptación a distintos suelos y climas y -esto tal vez es lo que la vuelve especialmente “gauchita”, hablando en criollo- la versatilidad de preparaciones que permite, además de lo barata que puede resultar su producción, hizo de la papa un furor que se fue extendiendo a medida que se la exportaba, primero como una curiosidad y luego como una materia prima a introducir en la propia tierra.

Las papas fritas son, entre todas las posibilidades de cocción y presentación, lo que se llama un plato fuerte. Desde las cadenas de comidas rápidas hasta los platos con los que se lucen madres, padres, abuelas y tíos, o parrillas, o puestos de comidas al paso de todo el mundo, las papas bastón -y también las papas fritas “chips” que desde hace más de un siglo se venden en paquete- son un hit mundial. Son baratas, son rápidas de preparar -aunque para hacerlas bien conviene cumplir con algunos tips-, y, sobre todo: son riquísimas.

Tantos devotos tienen que hasta existe el Día Mundial de la Papa Frita, que se celebra este 20 de agosto. ¿Por qué este día? Nadie puede confirmarlo con precisión. Nadie sabe cómo se estableció la fecha. Su determinación es casi tan misteriosa como el verdadero origen de las papas fritas tal como las conocemos hoy en día, disputado por Francia y por Bélgica y, todavía, sin solución. Sí se sabe una cosa: nacieron en algún lugar en el que el francés era y es el idioma oficial (así, ya veremos por qué, se inventó lo de french fries, la forma inglesa de llamarlas).

También se sabe es que hubo consenso global para, por amor, por marketing o por los dos, concederles un día del almanaque para celebrarlas. Pero, ¿de dónde salió este manjar que, sólo en Estados Unidos, representa un consumo anual de entre 13 o 14 kilos por persona? Efectivamente, la historia empieza en el Altiplano que cultivaban los incas hacia el siglo XVI.

Hacia 1530, el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada y las fuerzas que trajo hasta Sudamérica con él invadían los pueblos nativos de la zona andina de lo que en ese momento era Nueva Granada y hoy es Colombia. En esos avances, encontraron algunos pueblos que los habitantes originarios habían dejado tal como eran para acelerar la huida. Dejaban sus pertenencias y sus alimentos.

Las especies de papa más frecuentes en esa región -los Andes tienen centenas de variedades del tubérculo- eran pequeñas y oscuras. Los conquistadores las confundieron con trufas y hasta llegaron a llamarlas “trufas americanas”. Las subieron a sus barcos casi como una curiosidad para exhibir en el Viejo Continente, donde las encontraban sabrosas y las consideraban una rareza botánica.

Intentaron cultivarlas en macetas y, confundidos, consumían los frutos de la planta en vez de lo que crecía debajo de la tierra. Eso generaba dolores de estómago y hasta hubo casos de envenenamiento, lo que le valió cierta “mala fama” a la “trufa americana”. Sin embargo, el tiempo, la paciencia y la pericia de algunos agricultores que afinaron el trabajo con las raíces de la planta lograron que algunas especies de papa se adaptaran a los territorios que hoy son España e Italia. De ahí en más, sólo quedaba expandirse aún más por Europa Occidental.

Una obra literaria de 1673 da cuenta por primera vez de una papa frita. Cautiverio feliz, de Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán, cuenta su encierro en 1629 en manos de fuerzas mapuches durante la Guerra de Arauco. El enfrentamiento y el cautiverio se produjeron en el actual territorio de Chile, y según narra el militar criollo, una papa frita entera era ofrecida a cada uno de los caciques de la Región del Biobío. El primer paso de la invención ya estaba dado, pero para que las papas fritas llegaran a nuestra era tal como las conocemos faltaba algo más: cortarlas en forma de bastón.

Para leer la nota completa pulse Aquí