Después de meses de especulaciones, Jennifer López solicitó el divorcio de Ben Affleck el pasado 20 de agosto, marcando el fin de su matrimonio de dos años. La noticia no tomó por sorpresa a la industria del entretenimiento, donde los rumores sobre su separación circulaban desde hace meses.
Fiorella Ramírez
Aunque fue JLo quien inició el proceso en el Tribunal Superior de Los Ángeles, Estados Unidos, la cantante habría intentado “de todo” para salvar su relación. Según informaron sus amigos cercanos al medio Page Six, ella “albergaba el sueño de poder mantener su matrimonio, a pesar de que ambos estaban viviendo en casas separadas durante meses”.
Pese a su separación física, Lopez seguía aferrándose a la esperanza de que podrían reconciliarse. “Ella lo ama, siempre lo amará, ese es el problema”, comentó una fuente al mismo medio.
Las personas cercanas y familiares de la intérprete esperaban que Ben Affleck asistiera a los Hamptons para su cumpleaños número 55 el mes pasado, que celebró con una fiesta con temática de Bridgerton. Sin embargo, el ganador del Oscar no apareció. En su lugar, fue visto en lugares frecuentados por las estrellas de Hollywood, incluido el famoso Polo Lounge en el Beverly Hills Hotel, acompañado por Kick Kennedy, hija de Robert F. Kennedy Jr.
La solicitud de divorcio coincidió con el segundo aniversario de su fastuosa ceremonia nupcial en la finca de Affleck en Georgia, Atlanta. Además de pedir la disolución, López solicitó eliminar el apellido de su aún esposo de su nombre.
Una fuente cercana a la pareja le dijo a Page Six que Jennifer Lopez “realmente creía que esta era la historia de amor más grande que había conocido y que finalmente tenía la oportunidad de vivir un cuento de hadas”. Sin embargo, al parecer, no había considerado completamente la verdadera naturaleza de su pareja. “Simplemente no se detuvo a pensar quién era el hombre real detrás de su fantasía”, agregó la fuente.
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