La muerte de George Reeves, reconocido por interpretar a Superman en la primera serie televisiva del superhéroe, sigue siendo un enigma que ha desconcertado a muchos. A pesar de que las autoridades determinaron que su muerte fue un suicidio, las circunstancias alrededor del caso han generado múltiples teorías y dudas que persisten hasta hoy.
Por Infobae
La mañana del 16 de junio de 1959, Reeves fue encontrado muerto en su habitación, desnudo y con una herida de bala en la cabeza. Mientras Reeves se encontraba en su dormitorio, su prometida y tres invitados estaban “disfrutando abajo”. Además, la prometida de Reeves, Lenore Lemmon, sorprendió a todos con su extraña conducta. Después de que Reeves se retirara a su habitación, Lemmon comentó fríamente: “Se va a disparar”. Tras escuchar el disparo, esperaron cuarenta y cinco minutos antes de llamar a la policía.
Aunque el caso fue rápidamente cerrado como suicidio, varias personas cercanas a Reeves, incluida su madre, rechazaron esta versión. “No es propio de mi George hacer algo así”, declaró su madre a la prensa. Esta declaración reflejaba el escepticismo de los allegados hacia la hipótesis oficial. La madre de Reeves “contrató a un abogado de alto perfil para reabrir el caso”, aunque terminó abandonando el asunto por razones no esclarecidas.
El papel de Superman fue una bendición y una maldición para Reeves. Su preocupación principal era que el papel lo encasillaría, haciendo imposible conseguir otros roles significativos. “Los productores no me darían trabajo. Me veían y decían que era imposible,” afirmó Reeves en un artículo del Evening Star en 1958, titulado con franqueza “No hay trabajo para Superman”.
La vida de Reeves antes del 16 de junio de 1959
El show “The Adventures of Superman” hizo su debut el 19 de septiembre de 1952, catapultando a Reeves al estrellato. People recuerda la icónica frase de apertura del show: “Más rápido que una bala, más poderoso que una locomotora, capaz de saltar edificios altos de un solo salto. ¡Mira, en el cielo! ¡Es un pájaro! ¡Es un avión! ¡Es Superman!”. Sin embargo, el éxito del programa no se tradujo en una carrera próspera para Reeves. En el mismo artículo del Evening Star, Reeves confiesa que aceptó el papel “porque tenía hambre”.
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