La policía surcoreana anunció hoy lunes que ha iniciado una investigación preliminar sobre la plataforma de mensajería instantánea Telegram por supuesta complicidad en vulneraciones del derecho a la propia imagen o en distribución de contenidos pedófilos ante la oleada de imágenes pornográficas falsas que circulan en el país asiático.
El director de Investigaciones Nacionales de la Agencia Nacional de Policía (NPA) Woo Jong-soo, explicó hoy en rueda de prensa que la Agencia de Policía Metropolitana de Seúl ha iniciado el proceso “al igual que se ha hecho en Francia”.
Woo se refirió al arresto de Pavel Durov, fundador de Telegram, el mes pasado en Francia, donde está acusado de complicidad con el narcotráfico o en la difusión de imágenes pedófilas por la negativa de la plataforma, que ha hecho de la privacidad su buque insignia, a compartir datos en diferentes investigaciones delictivas.
En ese sentido, Woo aseguró que la policía surcoreana planea colaborar con las autoridades de investigación francesas y otras instituciones internacionales para encontrar maneras de investigar a Telegram.
El portavoz reconoció, en todo caso, las dificultades que plantea esta empresa, que tiene sus servidores en el extranjero y que se ha negado a proporcionar datos para investigaciones criminales en distintos países.
La investigación se anuncia en un momento en que Corea del Sur lucha por combatir una oleada de pornografía falsa o “deepfake”, que es aquella que se elabora usando como la imagen, normalmente robada, del rostro de una persona real, y que muchas veces se utiliza a modo de “pornovenganza” o incluso para extorsionar a las víctimas.
En las últimas semanas en el país asiático se ha destapado la existencia de varios foros en Telegram con imágenes de estudiantes (muchas menores de edad), exalumnas o profesoras de distintas universidades o colegios de primaria y secundaria.
Investigaciones preliminares hablan de la existencia de más de 100 salas en Telegram con este tipo de imágenes de mujeres surcoreanas y al menos unos 220.000 participantes que distribuyen y consumen estos materiales.
Se cree que la proliferación de este tipo de grupos y el aumento en la distribución de estos materiales responde a la facilidad cada vez mayor para encontrar en las redes programas o bots que emplean inteligencia artificial para producir imágenes fijas o vídeos pornográficos a partir de imágenes reales de rostros, robadas a su vez de redes sociales. EFE