El director del Servicio Nacional de Migraciones de Chile, Luis Eduardo Thayer, afirmó este jueves que el cierre del consulado de Venezuela en Santiago, ocurrido a fines de julio, “hace imposible expulsar a personas venezolanas” del país, por lo que el foco de esta medida, pendiente para cerca de 30.000 personas, “hoy está puesto en otras nacionalidades”.
“Nosotros hace varios años tenemos una dificultad con el tema de la migración irregular. Esto empezó en el marco de la pandemia, en volúmenes que no conocíamos como país y que hoy día nos tienen frente a una cantidad de personas de migración irregular que no habíamos visto”, señaló la autoridad en entrevista con Radio Pauta.
En ese contexto, Thayer admitió que existe preocupación por parte del Ejecutivo chileno ante una eventual ola migratoria impelida por el crítico escenario en el país caribeño.
Aunque aclaró que “no es algo que esté ocurriendo hoy mismo, que esté llegando una masa de personas nuevas en situaciones irregulares (…) es algo que eventualmente podría ocurrir dada la experiencia del pasado”.
La ministra chilena de Interior, Carolina Tohá, expuso ante la Comisión Investigadora del Crimen Organizado de la Cámara de Diputadas y Diputados el pasado 30 de mayo que en el país hay 28.000 personas con orden de expulsión, algunas de ellas hace más de ocho años.
“Están circulando por el territorio nacional. Mientras no se ejecute esa expulsión, no tenemos ningún control de donde están, no sabemos nada de ellos”, reconoció entonces la secretaria de Estado.
El Gobierno venezolano ordenó el retiro “inmediato” de sus misiones en el territorio chileno y en otros seis países de la región después de que los Gobiernos de dichas naciones no reconocieran la proclamación del Consejo Nacional Electoral (INE) a Nicolás Maduro como presidente reelecto, luego de las presidenciales del pasado 28 de julio.
Además de Chile, Venezuela ordenó el retiro de sus embajadores en Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
Gran parte de los migrantes con órdenes de detención en Chile proceden de Venezuela, país con el que se reconocieron dificultades para coordinar los vuelos de repatriación.
La migración irregular no es un fenómeno nuevo en Chile, pero en los últimos años se ha disparado exponencialmente debido a la crisis que sufren distintos países de la región. Cerca de 44.000 personas ingresaron de forma irregular al país en 2023, según la Policía de Investigaciones (PDI).
En Chile hay cerca de 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población, siendo los venezolanos los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos, según cifras del Gobierno. EFE