Una senadora estatal de California obligó a un exempleado a hacerle favores sexuales mientras ella era su jefa como parte de una “relación de quid pro quo” que lo dejó plagado de lesiones en la espalda y la cadera, según alega una nueva demanda.
Por New York Post
El exjefe de gabinete de la senadora Marie Alvarado-Gil, Chad Condit, la demandó la semana pasada, alegando que la legisladora —una demócrata de larga trayectoria que recientemente se pasó al Partido Republicano— lo presionó para que realizara actos sexuales con ella cuando viajaban por trabajo.
El asistente casado afirma que cedió y realizó los actos contra su jefa a lo largo de los años como parte de una “relación de quid pro quo basada en el sexo” para proteger su trabajo, según la demanda presentada en el Tribunal Superior de Sacramento.
En su último encuentro, Condit alega que sufrió una lesión debilitante en la espalda por “retorcerse y contorsionarse” mientras practicaba sexo oral a la senadora en un automóvil, lo que lo dejó con tres hernias discales y una cadera colapsada, según los documentos judiciales.
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