Dos pilotos búlgaros murieron este viernes al estrellarse el avión de entrenamiento L-39 ZA cerca de la base aérea Gra Ignatievo durante un vuelo de ensayo con vistas al espectáculo aéreo para conmemorar el 20º aniversario de la adhesión de Bulgaria a la OTAN, que estaba previsto para este sábado.
Las autoridades búlgaras han cancelado esa celebración y han abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente y el incendio resultante.
El avión, fabricado en la antigua Checoslovaquia en 1994, se estrelló a las 12:30 hora local (09:30 GMT) mientras realizaba una maniobra a baja altitud en la citada base, situada a 100 kilómetros al sur de Sofía.
El primer ministro de Bulgaria, Dimitar Glavchev, y el titular de Defensa, Atanas Zapryanov, confirmaron la noticia durante una conferencia de prensa, destacando la experiencia y dedicación de los pilotos militares fallecidos, de 51 y 28 años.
El incidente se produjo poco después de que el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, volara como copiloto en un F-16 estadounidense durante una demostración previa.
Radev, excomandante de las fuerzas aéreas y de la base Graf Ignatievo, estaba programado para pilotar un caza MiG-29 durante el espectáculo del sábado (ahora cancelado).
Bulgaria, antiguo Estado de la órbita de ex Unión Soviética, es miembro de la OTAN desde 2004.
El equipamiento de la época comunista está siendo sustituido paulatinamente por armamento occidental.
El Aero L-39 ZA es una aeronave de entrenamiento con capacidad para misiones de combate ligero. De los 36 aviones de este tipo que posee Bulgaria, solo seis están en condiciones operativas.
El avión siniestrado había pasado recientemente una revisión mayor y estaba en “estado técnico ideal”, según Zapryanov.
La trágica pérdida ha conmocionado a las fuerzas armadas búlgaras, que han declarado luto oficial para el sábado.
EFE