El petrolero griego ‘MV Sounion’, incendiado al ser atacado en el mar Rojo por rebeldes hutíes el pasado 21 de agosto, ha sido remolcado a “un área segura” sin que se haya detectado ningún derrame de petroleo, informó la misión de la Fuerza Naval de la Unión Europea (UE) en la región.
“Bajo la protección de Aspides, el MV Sounion ha sido exitosamente remolcado a un área segura sin ningún derrame de petróleo”, indicó la misión de la UE, ‘Aspides’, en un comunicado publicado la noche del lunes al martes en su cuenta de X.
Junto al mensaje, Aspides publica una imagen del buque en la que se ven focos activos de fuego.
El lunes, el diario griego Kathimerini había reportado que el petrolero, cargado con unas 150.000 toneladas (o un millón de barriles) de crudo, estaba siendo remolcado “a baja velocidad” por el barco de rescate heleno ‘Aigaion Pelagos’.
Además, estuvo escoltado por el remolcador griego ‘Panormitis’, con capacidad de extinción de incendios y recuperación de derrames de petróleo, y tres barcos de guerra, entre ellos la fragata helena ‘Psará’, según la misma fuente.
El ‘MV Sounion’, propiedad de la compañía Delta Tankers, con sede en Atenas, fue atacado por los hutíes el pasado 21 de agosto, a unas 72 millas náuticas al oeste del puerto yemení de Al Hodeida.
Tras el ataque, la fuerza naval de la UE en la zona rescató a los 25 miembros de la tripulación.
Posteriormente, los hutíes continuaron lanzando ataques y colocaron explosivos en el barco, que provocaron incendios en cinco puntos de su cubierta.
Según el portal de noticias marítimas Tradewinds, el buque actualmente se encuentra al norte de donde fue atacado en el mar Rojo.
El primer objetivo de los equipos de rescate, una vez que el petrolero haya sido fondeado en un puerto, es extinguir los incendios en la cubierta.
Según las mediciones realizadas por los rescatistas, la temperatura en la cubierta alcanza los 400 grados centígrados, informó la agencia estatal griega AMNA.
El ‘MV Sounion’ transporta unas 150.000 toneladas de crudo, una cantidad cuatro veces mayor que la vertida en el desastre del Exxon Valdez (1989), una de las mayores tragedias ambientales de Estados Unidos, que causó enormes daños a la fauna de Alaska. EFE