Para el coordinador general de la organización de derechos humanos Provea, Oscar Murillo, la detención de extranjeros forma parte de una política del gobierno venezolano para mantener rehenes que les sirva como carta de presión ante la comunidad internacional.
La apreciación la hizo Murillo durante una entrevista realizada por el periodista Vladimir Villegas, en la que también se refirió al último informe presentado por la Misión de Determinación de Naciones Unidas sobre la violación de derchos humanos en el país.
Al respecto, Murillo comentó que este informe ratifica que en el país se han venido intensificando los patrones de represión, pero con más exceso, con el objeto de aplastar todo lo que es la oposición pacífica frente al gobierno de Nicolás Maduro.
Añadió que esta misión es un “halo de esperanza por su trabajo, por su dedicación y por su profesionalismo. En poco tiempo vio la necesidad de registrar en este informe, que será presentado al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, todo lo que ha ocurrido en Venezuela después del 28 de julio”.
Murillo consideró importante todo el seguimiento que ha hecho la misión, por cuanto permite visibilizar la violación de los derechos humanos y la escalada del conflicto político venezolano.
En este sentido, exhortó a los países miembros de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y también a los que no lo son, a extender por dos años más la presencia de la misión en el país.
En Venezuela hay una regresión antidemocrática
Asimismo, el representante de Provea lamentó que “el faro del despegue democrático, que había sido Venezuela hace 50 años, hoy esté formando parte de una regresión antidemocrática, sin precedentes, en Sudamérica”.
Por tal razón, instó a los organismos políticos a hacer su trabajo, al tiempo que consideró necesario ser más ingeniosos en la búsqueda de naciones que puedan ayudar a destrabar el conflicto político venezolano.
Agregó que ya habían advertido sobre que el modelo político de Nicolás Maduro era profundamente autoritario y después del 28 de julio está girando hacia el totalitarismo.
Murillo aseveró que, aún así, continuarán de pie defendiendo los derechos humanos de todos los venezolanos.