La Fosa de las Marianas es uno de los lugares más misteriosos de la Tierra. La fosa, de casi siete millas (37.000 pies) de profundidad, se encuentra en el fondo del Océano Pacífico y es tan difícil de alcanzar que sólo un puñado de personas se han aventurado hasta allí.
Por Shivali Best / dailymail.com
No sorprende entonces que sonidos inusuales provenientes de la Fosa de las Marianas despertaran temores de una invasión extraterrestre cuando se registraron por primera vez en 2014. Los ruidos, que duraban entre 2,5 y 3,5 segundos, fueron denominados “biotwangs”, aunque se desconocía su origen.
Diez años después, los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han vuelto a analizar los sonidos y creen que finalmente han revelado la verdad.
Con una duración de entre 2,5 y 3,5 segundos, los sonidos de cinco partes incluían gemidos profundos a frecuencias tan bajas como 38 hercios y un final que llegaba hasta los 8.000 hercios. Al principio los investigadores quedaron desconcertados por los ruidos.
Sin embargo, en 2016, un equipo de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) sugirió que podrían ser un nuevo tipo de llamado de ballena barbada nunca antes escuchado.
En ese momento, Sharon Nieukirk, asistente de investigación de la facultad superior en bioacústica marina en la Universidad Estatal de Oregón, dijo: “Es muy distintivo, con todas estas partes locas. El gemido de baja frecuencia es típico de las ballenas barbadas, y es ese tipo de sonido metálico el que lo hace realmente único. No encontramos muchos cantos nuevos de ballenas barbadas”.
Ahora, los científicos han vuelto a analizar los ruidos utilizando una combinación de datos de estudios visuales y acústicos, y sus hallazgos sugieren que el equipo de OSU no estaba muy lejos de la verdad.
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Marine Science, el equipo, dirigido por la Dra. Ann Allen, explicó: “Se asumió que fue producido por una ballena barbada, pero sin verificación visual fue imposible asignar una especie. Utilizando una combinación de datos de estudios visuales y acústicos recopilados en el archipiélago de las Marianas, determinamos que los Biotwangs son producidos por las ballenas de Bryde”.
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