Además de multitud de presos políticos en Venezuela también hay muchos militares condenados de manera injusta. Es el caso de Abraham y de Eduardo que han pasado por un auténtico calvario.
Por: Cope
Fueron acusados de intentar derrocar el régimen de Nicolás Maduro y se les imputaron varios delitos: entre ellos traición a la patria, instigación a la rebelión o contra el decoro militar. Tras un juicio con irregularidades fueron encarcelados en las prisiones más duras de Venezuela, como la de Ramo Verde en la que también estuvo el opositor Leopoldo López y en las que las condiciones son infrahumanas: sin ver la luz del sol ni respirar aire puro y con celdas de escasos metros.
A esto hay que añadir que los dos sufrieron torturas, tanto físicas como psicológicas. La desesperación y el sufrimiento llevaron incluso a Abraham, comandante de la unidad de operaciones especiales de la guardia nacional, a intentar quitarse la vida. Se exilió a España, donde vive en un albergue porque aún no han contestado su petición de asilo.
Tanto él como Eduardo conocen de primera mano las visitas de Zapatero a las cárceles, sus negociaciones y la represión de su país que va en aumento, una situación que el gobierno de España aún no reconoce como dictadura.
Según ha contado Abraham en TRECE, “a mi me exigieron firmar un documento para tener que irme del país. Estuve cuatro años encarcelado por instigación a la rebelión militar. Ahora vivo en Asturias con mi mujer, que es española. Queríamos soluciones a los asesinatos que se estaban produciendo por organismos del Estado”.
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