La abogada venezolana Linda Loaiza López Soto, quien fue secuestrada, torturada, mutilada y violada en 2001, denunció este 26 de septiembre que han pasado seis años desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio un dictamen a su favor, y este se mantiene impune por parte del Estado venezolano.
Por: EFE
“Este 26 de septiembre se cumplieron seis años del dictamen de la sentencia a mi favor. Cada uno de esos años he venido solicitando al Estado venezolano el cumplimiento de su obligación de la sentencia dictada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, pero para ellos, la sentencia de la CIDH es letra muerta”, escribió Linda Loaiza en la red social X.
La abogada destacó que su caso es un ejemplo de que se profundizan la falta de garantías para que las mujeres venezolanas puedan vivir una vida libre de violencia y lograr que justicia castigue “los atroces delitos, en este caso, totalmente comprobados y juzgados en una corte internacional”.
En 2018, la CIDH encontró al Estado venezolano “responsable por los hechos de tortura y violencia sexual sufridos por Linda Loaiza López Soto”, quien fue secuestrada por un hombre el 27 de marzo de 2001 cuando tenía 18 años, hasta que, casi cuatro meses después, el 19 de julio de ese año, fue rescatada por las autoridades en pésimas condiciones de salud.
Los jueces de la CIDH dieron por probado que, durante el periodo que estuvo secuestrada, “fue sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, privación de alimentos, reiteradas violaciones vaginales, anales y con objetos”.
Según la sentencia, también fue víctima de “golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros”.
En el proceso penal interno de Venezuela, se celebraron dos juicios orales, ya que el primero fue anulado, según la CIDH, y a raíz del segundo proceso penal, el agresor, identificado como Luis Carrera Almoina, fue condenado por los delitos de privación de libertad y lesiones gravísimas, pero absuelto por violación.
EFE