Las autoridades tailandesas comenzaron este jueves los funerales por los 20 escolares y 3 profesores que fallecieron el martes debido al accidente de un autobús de gas combustible que se incendió en una autovía de Bangkok.
Los familiares participaron en los ritos fúnebres, que duran varios días y tienen lugar en el templo Khao Phraya Sangkharam en la provincia central de Uthai Thani, donde los cadáveres fueron trasladados anoche desde la capital, según el portal de la televisión estatal Thai PBS.
Con flores blancas en señal de duelo, los padres y familiares dejaron juguetes y objetos queridos por los niños fallecidos en sus féretros.
El templo, donde también se encuentra el colegio en el que estudiaban los escolares, llevará a cabo las cremaciones según el rito budista el próximo martes.
Las autoridades no han precisado las edades de los niños fallecidos, aunque los medios locales señalan que en el autobús viajaban estudiantes de entre unos 5 y 15 años que iban de excursión.
El Ministerio de Educación ha suspendido las excursiones escolares de forma temporal, mientras continúa la investigación del accidente en el que el conductor afirma que perdió el control del vehículo, que chocó contra la mediana y se incendió al explotar las bombonas de gas combustible.
El autobús siniestrado, en el que viajaban 38 escolares y seis profesores, partió de Uthai Thani, unos 250 kilómetros al norte de Bangkok, y sufrió el accidente en la autovía Vibhavadi Rangsit que atraviesa la capital.
La llamas se propagaron rápidamente por el vehículo y atraparon en su interior a más de la mitad de los pasajeros. El conductor, quien se entregó el martes por la noche tras darse a la fuga inicialmente, fue detenido y acusado de cuatro delitos, incluidos conducción imprudente con resultado mortal y abandonar el lugar del accidente sin brindar ayuda.
Entre los supervivientes, dos niñas de 7 y 9 años sufrieron graves quemaduras en el 20-30 por ciento del cuerpo, mientras que las autoridades están inspeccionando unos 13.400 autobuses equipados con tanques de gas natural en el país para verificar su seguridad.
Tailandia tiene uno de los mayores niveles de mortalidad del mundo en sus carreteras, con unas 20.000 muertes y alrededor de un millón de heridos al año por accidentes de tráfico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). EFE