No todas las personas saben que el consumo insuficiente de frutas y hortalizas contribuye con la obesidad y otras enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y la enfermedad coronaria, relacionadas con la alimentación y el sedentarismo.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
A pesar de que el consumo de frutas y hortalizas ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, “hay una realidad en Venezuela de la que no escapan otros países y regiones del mundo, y es que la ingesta de frutas y hortalizas está por debajo de las recomendaciones mundiales”.
En estos dos párrafos constituidos con 94 palabras, la académica María Soledad Tapia expuso un aspecto alimenticio del cual carecen los venezolanos, en su discurso de ingreso a la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN) Sillón XIII, el pasado 2 de octubre.
Tapia es bióloga especializada en Ciencias de los Alimentos, profesora investigadora jubilada del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA-UCV), y en una reseña anterior de lapatilla.com sobre tan importante acontecimiento para las ciencias de este país, se precisó que María Soledad es una caraqueña de sangre barinesa, heredada de su padre José León Tapia.
Sus estudios y aportes en materia de alimentos hacen de este ingreso a la Acfiman un impulso para la población venezolana de valorar y reconocer que el consumo de frutas son saludables, sobre todo ante el bombardeo a través de redes sociales, que confunden a quienes las siguen sin ningún criterio.
Para María Soledad Tapia, “un pueblo bien alimentado es un pueblo con salud que va a reclamar buena educación”.
Con la fundación “5aldía Venezuela”, promueve los principios de la OMS, asociados al consumo diario de 400 gramos frutas y hortalizas, en cinco raciones diarias.
Y lo tiene claro María Soledad Tapia, al proponer este consumo: “Quiero contribuir a tratar de derrumbar las barreras culturales que por desconocimiento impiden su consumo, a tratar de encontrar vías que las hagan más accesibles y asequibles para el golpeado bolsillo del venezolano, pues son muy caras, a promover campañas pedagógicas para incentivar su consumo y su producción bajo esquemas sustentables”.