Una pareja de ancianos de 86 y 93 años se presentó ante la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) para reportar un fraude que les costó millones de dólares. Ambos fueron convencidos por un hombre que se hacía pasar por un funcionario del Tesoro que les dijo que sus ahorros estaban en peligro y que debían actuar para protegerlos.
Por La Nación
Las estafas dirigidas a personas mayores crecieron de manera exponencial en los Estados Unidos en los últimos años. Los delincuentes se hacen pasar por funcionarios gubernamentales, como el Seguro Social y el Departamento del Tesoro, para engañar a los usuarios. El FBI investigó y detuvo a varios sospechosos implicados en estos delitos, que incluye a este reciente caso que destapó un esquema millonario centrado en la recolección de lingotes de oro de ancianos, según Oregon Live.
Cómo funciona el fraude del oro
El FBI arrestó el pasado viernes a Biao Lin, de 27 años, en Portland. Lin es un ciudadano chino que residía en Brooklyn y fue acusado de viajar a lo largo del país para recoger lingotes de oro de personas mayores engañadas bajo un elaborado fraude. Según la denuncia penal presentada en un tribunal federal, Lin estaba involucrado en una conspiración para cometer fraude postal y electrónico y así fue como robó más de US$3 millones en oro a la pareja de jubilados.
El arresto se produjo gracias a una operación encubierta que comenzó cuando una pareja de ancianos acudió al FBI tras ser estafada. Ambos, había sido instruida por un hombre que se hacía llamar “Michael Lewis” para convertir su dinero en lingotes de oro bajo la falsa promesa de que el Tesoro de los Estados Unidos los protegería.
Este año, Lin recolectó lingotes de oro por un valor de US$580 mil de otra víctima en la Costa Este, según comentó la fiscalía.
La estafa del oro comienza con ciberdelitos
El fraude inicia cuando los estafadores logran acceder a los sistemas informáticos de sus víctimas, haciéndose pasar por funcionarios de instituciones gubernamentales o financieras. En el caso de la pareja de Portland, la mujer de 86 años recibió una llamada de un supuesto empleado del departamento de fraude de la empresa financiera Vanguard. El hombre afirmó que su cuenta había sido comprometida y que su número de seguro social había sido robado, sugiriendo que debía convertir sus activos en oro para protegerlos.
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