La cadena de tiendas de conveniencia más reconocida a nivel mundial, 7-Eleven, anunció el cierre de más de 400 establecimientos en Estados Unidos debido al bajo rendimiento. Esta decisión, que representa aproximadamente el 3% de su total de tiendas en Norteamérica, se produce en un contexto económico marcado por la inflación y la disminución del consumo.
Por Mundo Deportivo
La compañía matriz de 7-Eleven, Seven & i Holdings, con sede en Japón, reveló esta noticia durante su última llamada de ganancias. Según los datos presentados, la cadena experimentó una disminución constante en el tráfico de clientes durante los últimos meses, especialmente entre los consumidores de ingresos medios y bajos, quienes se volvieron más cautelosos a la hora de gastar debido al aumento de los precios y las tasas de interés.
Además de la inflación, otro factor que afectó a 7-Eleven es la disminución en la venta de cigarrillos. Este producto, tradicionalmente una fuente importante de ingresos para las tiendas de conveniencia vio una caída significativa en su demanda en los últimos años, a medida que los consumidores buscan alternativas como los productos de nicotina sin humo.
Ante este panorama desafiante, 7-Eleven anunció una serie de medidas para fortalecer su negocio. Entre ellas se encuentra la expansión de su oferta de productos propios, como alimentos frescos y bebidas, así como la aceleración de sus servicios de entrega a domicilio y la expansión de su programa de lealtad. La compañía también buscará optimizar su red de tiendas, concentrándose en aquellas ubicaciones que presentan un mayor potencial de crecimiento.
Para agilizar su estrategia de crecimiento, 7-Eleven decidió agrupar sus activos no estratégicos en una nueva compañía holding llamada York Holdings. Esta medida permitirá a la empresa centrarse en su negocio principal: las tiendas de conveniencia. Además, Seven & i Holdings cambiará su nombre a 7-Eleven Corp. para reforzar su compromiso con esta marca.
Qué ocurrirá
La decisión de cerrar cientos de tiendas generó especulaciones sobre el futuro de 7-Eleven y la posibilidad de una adquisición por parte de otra empresa. Recientemente, la cadena recibió una oferta de compra de Alimentation Couche-Tard, propietaria de Circle K, pero la rechazó al considerar que subvaloraba el potencial de crecimiento de la compañía.
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