El Gobierno chino manifestó que las maniobras realizadas el lunes por el Ejército Popular de Liberación (EPL) alrededor de Taiwán tenían por objetivo “intensificar la presión” contra las fuerzas que apoyan la “independencia” de la isla.
En un comunicado publicado al término de los ejercicios, el Ministerio de Defensa de China advirtió que cada provocación de los “independentistas” taiwaneses será respondida con mayor firmeza por parte del EPL “hasta que la cuestión de Taiwán esté completamente resuelta”.
Wu Qian, portavoz de la cartera castrense, afirmó que las maniobras, denominadas Joint Sword-2024B (“espada unida”, en inglés), no fueron una “repetición” de ejercicios anteriores, sino una respuesta directa al “discurso provocador” del presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), el jueves pasado.
Lai, considerado un “independentista” y un “alborotador” por las autoridades de Pekín, aseguró, durante la celebración del Día Nacional taiwanés, que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China “no están subordinadas entre sí” y que Pekín “no tiene derecho a representar” a la isla.
Wu acusó a Lai de “olvidar sus raíces” y de intentar “cortar deliberadamente los lazos históricos” entre ambos lados del estrecho de Taiwán, lo que, en opinión del vocero, no hace más que aumentar la “hostilidad” y fomentar la crisis en la región.
El portavoz castrense subrayó que Taiwán es “un territorio sagrado de China”, y que su estatus como parte de la política de ‘una sola China’ es “ampliamente reconocido por la comunidad internacional”.
“Taiwán nunca ha sido un país y nunca lo será”, declaró Wu.
El vocero también responsabilizó al Partido Democrático Progresista (PDP, gobernante de Taiwán) y a la interferencia extranjera de ser las principales causas de la inestabilidad en el estrecho de Taiwán, y aclaró que estos ejercicios militares estaban dirigidos exclusivamente contra los “separatistas” y no contra la población taiwanesa.
“Estamos usando un lenguaje que los independentistas pueden entender, para dejar claro que la búsqueda de la independencia es un callejón sin salida”, enfatizó Wu, reiterando que China no renunciará al uso de la fuerza para lograr la “reunificación”, que definió como una “tendencia histórica imparable y un deber nacional inquebrantable”.
Más de 150 aeronaves chinas cerca de Taiwán
Por su parte, el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán informó este martes que un total de 153 aeronaves chinas, entre ellas cazas de combate, drones y helicópteros, participaron en estos ejercicios militares, superando ampliamente el récord de 103 aparatos registrado el 18 de septiembre del año pasado.
En su último parte diario, la cartera castrense indicó que 111 de esas aeronaves cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán e ingresaron en la región oeste, suroeste y este de la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa, otro récord diario para este tipo de incursiones.
El primer ministro taiwanés, Cho Jung-tai, aseguró hoy que cualquier maniobra militar que se realice sin advertencia previa constituye una “gran perturbación para la paz y estabilidad regional”.
“Los ejercicios de China, que no sólo se llevaron a cabo cerca de Taiwán, también afectan gravemente el derecho internacional de navegación aérea y marítima, llamando la atención de otros países”, aseveró el funcionario en declaraciones a los medios de comunicación.
China ha recurrido a este tipo de maniobras en cinco ocasiones desde 2022, cuando llevó a cabo las primeras de este calibre en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en el Estrecho a límites inéditos en décadas.
EFE