La lista de demandas contra Sean Combs, el rapero conocido como Puff Daddy o Diddy, sigue creciendo, imparable. Si hasta septiembre eran 10, cuando fue detenido en Nueva York para ser acusado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución, después hubo otra más, pero luego llegaron nada menos que 120 a la vez y, el pasado lunes, otras seis. Ahora, justo 11 meses de la primera demanda, Combs enfrenta otra: la de una mujer llamada Ashley Parham, que afirma que el músico la violó en un apartamento de Orinda, una localidad a una media hora de San Francisco, en California. Según Parham, aquello ocurrió en marzo de 2018 y fue un acto de venganza después de que ella le relacionara con la muerte del rapero Tupac Shakur, que fue asesinado en Las Vegas en septiembre de 1996 en un crimen que, casi 30 años después, no se ha podido esclarecer.
Por María Porcel | ABC
Según la demanda que ha presentado Ashley Parham en la corte del distrito del Norte de California, todo empezó en febrero de 2018, cuando ella estaba con otro hombre cuyo nombre no se ha hecho público pero que es, también, uno de los acusados. Le conoció en un bar y, por lo que se entiende, este debía ser amigo o socio de Sean Combs, puesto que estaba haciendo una videollamada con el rapero. Parham se sumó a la conversación y entonces dijo que no estaba “impresionada” de tener a Combs delante, porque ella creía que “tenía algo que ver con el asesinato del rapero Tupac Shakur”. Entonces, Combs le dijo que “pagaría” por ese comentario.
El relato prosigue un mes después, según la demanda. Es marzo de 2018 y Parham, residente en California, está en el apartamento del otro demandado. Él la ha invitado a su casa para, supuestamente, pedirle ayuda acerca de su medicación contra el cáncer, en lo que la víctima cree que fue una encerrona. Entonces, Combs llega hasta allí con algunos de sus colabores, entre ellas otra de las demandadas por Parham: la agente del cantante, Kristina Khorram. Según la denuncia, ambos empiezan a amenazar a Parham. Mientras que Khorram le asegura que podrían meterla en un barco y mandarla a cualquier punto del planeta y no volvería a ver a los suyos, Combs, armado con un cuchillo, se le acerca a la cara y amenaza con cortarla. Después del músico la roció de lubricante, le quitó la ropa y la violó con un mando a distancia. También la amenazó asegurándole que tenía “su vida en sus manos”.
Cuando ocurrieron los hechos, hace seis años y medio, Ashley Parham los denunció ante el sheriff del condado de Contra Costa, al que pertenece Orinda, aunque evitó dar el nombre del agresor por miedo a que no la creyeran. Ahora, le acusa de agresión sexual, malos tratos, detención ilegal y secuestro. Fue atendida, además, en el hospital.
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