Yulia Navalnaya, viuda del fallecido líder opositor ruso Alexéi Navalni, dijo este lunes, en una entrevista a la BBC, que regresaría a Rusia y “participaría en elecciones” cuando el régimen de Vladimir Putin caiga.
En vísperas de la publicación póstuma de las memorias de su marido, la opositora de 48 años también denunció como una “afrenta” la debilidad de las reacciones internacionales al anuncio de la muerte de Navalni, fallecido en febrero de 2024 en una prisión del Ártico.
Vladimir Putin es “mi oponente político, y estoy haciendo y haré todo lo que esté a mi alcance para derrocar su régimen lo antes posible”, afirmó en la entrevista, disponible en el sitio de la BBC.
“Quiero vivir en Rusia. Nací en Moscú, mis hijos también… Es muy importante para mí volver. Es imposible, por supuesto, mientras Putin esté en el poder, pero espero que algún día su régimen caiga y yo vuelva”, señaló Navalnaya.
“Si vuelvo a Rusia, participaré en las elecciones como candidata”, continuó la opositora.
Según ella, el presidente ruso debe “responder por la muerte y el asesinato” de su marido, y su fundación anticorrupción tiene “pruebas”, que se revelarán una vez que se reconstruya “el panorama completo” del fallecimiento.
“Creo que no ha habido una respuesta (internacional) a la muerte de Alexéi. Ciertamente, se han tomado sanciones contra algunos guardias de su prisión en el Ártico, pero me parece que es una especie de afrenta a su memoria”, lamentó la opositora.
Navalnaya pidió sanciones directas contra “Putin, su séquito” y el actual gobierno ruso.
El domingo, Yulia Navalnaya dijo en el Sunday Times que quiere el fin político de Vladimir Putin, con la esperanza de que “pase de ser una especie de zar ruso a un prisionero común”, encerrado como su marido en condiciones muy difíciles.
Tras la muerte de su marido, Yulia Navalnaya fue registrada como “terrorista y extremista” en Rusia en julio, poco después de que se emitiera una orden de detención contra ella por “participación en un grupo extremista”.
Navalnaya vive fuera de su país y afirma mantener viva la causa de su difunto esposo.
AFP