Yván Gil convocó al encargado de negocios de Brasil por la declaración de Celso Amorin

Yván Gil convocó al encargado de negocios de Brasil por la declaración de Celso Amorin

Yván Gil convocó al encargado de negocios de Brasil por la declaración de Celso Amorin. Foto vía Telegram

 

El régimen de Nicolás Maduro convocó este miércoles 30 de octubre al encargado de negocios de Brasil en Venezuela, Flavio Macieira, por las recientes declaraciones del diplomático del presidente Luiz Ignacio Lula da Silva, Celso Amorin.

Por lapatilla.com





“Hemos convocado al encargado de negocios de Brasil para manifestar nuestro rechazo a las recurrentes declaraciones groseras de voceros autorizados por el Gobierno brasileño, en particular Celso Amorim”, se lee en el comunicado publicado por el diplomático cahvista Yvan Gil en su canal de Telegram.

Según Gil, el Asesor Especial en Asuntos Exteriores de Brasil, se ha comportado “como un mensajero del imperialismo norteamericano, se ha dedicado de manera impertinente a emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos y venezolanas y a sus instituciones democráticas”.

 

Celso Amorim, declaró el pasado martes que en las recientes elecciones en Venezuela “el principio de la transparencia no fue respetado”, por lo que la proclamada victoria de Nicolás Maduro, no puede ser reconocida.

Amorim, quien fue canciller durante los dos primeros mandatos (2003-2010) del actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva, compareció este martes ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para explicar la posición de Brasil frente al convulso proceso electoral venezolano.

Explicó que, en sus intentos de mediación, Brasil se ha orientado por los principios de “defensa de la democracia, no injerencia en asuntos internos y resolución pacífica de las controversias”.

La tensión con Venezuela se agudizó la semana pasada, cuando el Gobierno de Lula se negó a aceptar a Venezuela como nuevo miembro asociado al foro BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Esa posición fue considerada por Venezuela como “una agresión” y “un gesto hostil”, que enmarcó en “la política criminal de sanciones que han sido impuestas contra un pueblo valiente y revolucionario, como el venezolano”.