Así se ven las impactantes imágenes de la tormenta Dana que captó la Nasa

Así se ven las impactantes imágenes de la tormenta Dana que captó la Nasa

Tormenta Dana- Cortesía Nasa

 

Las consecuencias de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que recientemente afectó la región de Valencia, en España, han dejado efectos visibles desde el espacio. Gracias a las imágenes captadas por los satélites de la NASA, se ha podido observar el antes y el después de esta catástrofe natural, mostrando el impacto que transformó el paisaje y la vida de miles de personas.

Por Infobae





Las imágenes satelitales fueron obtenidas por los satélites del programa Landsat de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), ofrecen una perspectiva clara de cómo la DANA cambió la faz de Valencia.

Antes de la tormenta, las imágenes mostraban un paisaje delimitado y una costa mediterránea bien definida. Sin embargo, después del paso de las intensas lluvias y riadas, el mar en la desembocadura del río Turia apareció teñido de un tono marrón oscuro, consecuencia de los sedimentos arrastrados desde el interior hasta la

costa.

La cuenta de de Nahúm Méndez Chazarra, geólogo y divulgador científico, fue clave en la difusión de estas impactantes imágenes. Él compartió fotografías que mostraban la extensión del desastre y cómo el barro cubría grandes áreas de tierra y mar, una visión que pone de manifiesto la fuerza destructiva de la DANA.

El cambio de Valencia visto desde el espacio gracias a la NASA:

La región de Valencia vivió una de las peores tormentas de las últimas décadas, que provocó no solo inundaciones, sino también un nivel de destrucción que dejó a su paso al menos 104 muertos y decenas de desaparecidos en toda España. Las corrientes de agua arrastraron autos y partes de casas, inundaron viviendas y desplazaron a centenares de personas.

(COMBO) Esta combinación de imágenes distribuidas por Planet Labs PBC el 31 de octubre de 2024 muestra imágenes de satélite que representan la ciudad de Sueca, en la región de Valencia, tomadas el 29 de octubre de 2024 (L) y una segunda imagen de la misma zona (R ) tomada el 30 de octubre de 2024, que muestra inundaciones alrededor de Sueca. – El número de muertos por las peores inundaciones sufridas en España en décadas se disparó a 158 el 31 de octubre de 2024, dijeron funcionarios y servicios de emergencia, mientras los servicios de rescate trabajaban frenéticamente para encontrar supervivientes. El organismo que coordina las labores de rescate en la región oriental de Valencia anunció que se habían recuperado 155 cadáveres allí. Las autoridades de Castilla-La Mancha y Andalucía habían anunciado tres muertes combinadas en sus regiones. (Foto de Handout / Planet Labs PBC / AFP)

La magnitud del desastre se amplifica al considerar que las imágenes satelitales reflejan un cambio evidente en la geografía de la región: el barro y los sedimentos, que anteriormente se encontraban en tierra, cubrían ahora amplias zonas del mar, diluyendo la línea divisoria entre la costa y el océano.

Las imágenes, capturadas a unos 700 km de altura, documentan la catástrofe y sirven como herramienta de análisis para entender mejor el impacto y planificar medidas de respuesta ante futuros desastres naturales. La visibilidad de estos datos satelitales es crucial para dimensionar la magnitud de eventos como la DANA y para que tanto las autoridades como la ciudadanía sean conscientes de los peligros asociados a estos fenómenos.

El programa Landsat no es el único que ha documentado la catástrofe. Iniciativas como Copernicus, el programa de observación de la Unión Europea, también han captado la evolución de la DANA en tiempo real, proporcionando datos desde el espacio y complementando la labor de los satélites de la NASA.

Estos programas tienen la capacidad de recopilar y procesar grandes volúmenes de datos, ayudando tanto a las administraciones como a las organizaciones de gestión de emergencias a planificar respuestas más eficaces en situaciones críticas.

El uso de la tecnología satelital y los registros continuos de la superficie terrestre se han vuelto herramientas indispensables en la prevención y gestión de desastres naturales. Permiten a las autoridades ver más allá del impacto inmediato en el terreno y entender cómo se desplazan los elementos naturales durante eventos extremos, información crucial para futuras estrategias de resiliencia.

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