David baja caminando por el carril desde el que se accede a su casa en una zona conocida como La Isla, en Álora, España, uno de los municipios malagueños más castigados por las inundaciones que ha provocado la crecida del río Guadalhorce tras el paso de la DANA por la provincia de Málaga, donde cayeron alrededor de 200 litros de agua en apenas unas horas.
Por: El Mundo
Ha dejado el carro junto a la carretera porque el camino está completamente impracticable para el vehículo y las ruedas patinan. Camina con cuidado, hay más de una cuarta de barro, los pies se le hunden en el lodo a cada paso y el suelo resbala. “Nos llevamos un susto tremendo”, dice, aún así, “nosotros hemos tenido suerte, hay vecinos que lo han perdido todo”, comenta con pesar.
David y Paqui, su consorte, salieron de casa junto a sus hijos mellizos por sus propios medios a primera hora de la mañana, su vecino Francisco no tu tanta suerte y apenas unas horas más tarde los servicios de emergencias lo evacuaban en helicóptero. La vivienda de Francisco se había quedado rodeada por el agua y la intensa corriente impedía acercarse a la propiedad por otros medios.
Alrededor de las cuatro de la mañana un familiar llamó a David y a Paqui por teléfono y los alertó sobre la gota fría. No le presentaron demasiada atención porque no les pareció que fuese tan serio, reconoce David. Alrededor de las 7.30 horas de la mañana los volvieron a llamar: “¡salid de ahí, ya, el río se ha desbordado!”.
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