Un día, poco antes del mediodía, Serhiy Dobrovolsky, un comerciante de hardware, regresó a su casa en Jersón, en el sur de Ucrania. Salió a su patio, encendió un cigarrillo y charló con su vecino. De repente, el sonido de un dron comenzó a zumbar sobre sus cabezas.
Por BBC Mundo
Angela, la esposa de Serhiy desde hace 32 años, dice que vio a su marido correr y ponerse a cubierto cuando el dron dejó caer una granada. “Murió antes de que llegara la ambulancia. Me dijeron que tuvo muy mala suerte, porque un trozo de metralla le atravesó el corazón”, cuenta desmoronándose.
Serhiy es uno de los 30 civiles muertos en un aumento repentino de los ataques con drones rusos sobre Jersón desde el 1 de julio, según informó la administración militar de la ciudad a la BBC. Han registrado más de 5.000 ataques con drones durante el mismo período, con más de 400 civiles heridos.
Los drones han cambiado la guerra en Ucrania, y tanto los ucranianos como los rusos los utilizan contra objetivos militares.
Pero la BBC ha escuchado testimonios de testigos oculares y ha visto evidencia creíble que sugiere que Rusia también está usando drones contra civiles en la ciudad de Jersón, en la primera línea del frente.
“Pueden ver a quién están matando”, dice Angela. “¿Así es como quieren luchar, simplemente bombardeando a la gente que camina por las calles?”.
Si se descubre que Rusia está atacando intencionalmente a civiles, sería un crimen de guerra.
El ejército ruso no respondió a las preguntas de la BBC sobre estas acusaciones.
Desde su invasión a gran escala en febrero de 2022, Rusia ha negado sistemáticamente haber atacado deliberadamente a civiles.