Los gobiernos populistas se apoderan de los recursos del Estado, no permiten el desarrollo de las personas e imponen la esclavitud moderna del hombre.
El populismo es la esclavitud moderna del hombre, amenaza a la democracia, se apodera de los recursos del Estado, crea pobreza y no permite el desarrollo de las personas, sostiene la politóloga Beatrice Rangel.
Esta descripción sobre los sistemas de gobiernos con ideología populista fue expuesta durante una charla, vía Zoom, organizada en Madrid por el Observatorio Geopolítico de América Latina (OGAL), bajo la coordinación del dirigente político Antonio Ledezma.
Beatrice Rangel, politóloga venezolana, fue jefa de gabinete y ministra de Secretaría del fallecido presidente Carlos Andrés Pérez.
“El populismo es opuesto a la democracia y en casi todos los países de América Latina ha surgido en momentos de crisis, aprovechando el descontento popular para escalar al poder”.
La internacionalista describió que una de las características del populismo es la informalidad económica, servicios públicos de muy mala calidad, carencia de movilidad social y sin oportunidades de desarrollo humano.
“Los sectores de la clase media experimentan pobreza y los pobres mendicidad”, dijo.
El populismo en Venezuela
Explicó que la gente no entiende qué fue lo que pasó, puesto que quienes viven en una barriada o fabela se levantan en horas de la madrugada y regresan a sus casas a la puesta del sol.
“Es la esclavitud moderna del hombre. Los pobres desean convertirse en clase media pero esa posibilidad se les niega”, dijo.
Dijo que el populismo mantiene un control sobre la población empobrecida y para nadie hay libertad económica.
Indicó que en el caso venezolano, ocho millones de personas han emigrado hacia distintos países del mundo, la mayoría de ellos hacia Colombia.
La población migrante de Venezuela se ha convertido en el “megáfono” contra el populismo, dijo.
NDP