Cuando los agentes inmobiliarios asesoran sobre la venta de una vivienda, deben informar sobre cualquier defecto material que esta pueda tener, pero si el historial de la vivienda es un factor relevante para el comprador, es recomendable preguntar específicamente por eventos pasados que puedan influir en la decisión.
Por La Nación
Entre los sucesos que generan lo que se conoce como “estigmatización” se incluyen asesinatos, suicidios, presuntas apariciones o la notoriedad de antiguos propietarios. Aunque estas situaciones no afectan físicamente al inmueble, pueden impactar su percepción en el mercado, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Las leyes que obligan a informar muertes a los agentes inmobiliarios
Las leyes sobre divulgación varían según el estado. En California, por ejemplo, debe notificarse si alguien falleció en la casa en los últimos tres años, aunque en Alaska y Dakota del Sur, solo se revelan muertes ocurridas en el último año. Distinto es el caso de Nueva York, en donde no se exige informar sobre fallecimientos o crímenes, pero sí sobre fenómenos paranormales reportados, informa la empresa Spaulding Decon.
A menudo, es responsabilidad del comprador preguntar al agente sobre estos detalles. Algunos estados, como Georgia, no requieren que los agentes divulguen estos eventos a menos que el comprador lo pregunte directamente, informa NBC. En cualquier caso, los agentes tienen un deber fiduciario con los vendedores, lo que significa que deben actuar en su mejor interés, señaló Harrison Beacher, de Coalition Properties Group en Washington, D.C.
Propiedades embrujadas: un estigma
Las propiedades estigmatizadas pueden desalentar a algunos compradores, pero también atraer a otros, especialmente si el precio es más bajo. Según un informe de Real Estate Witch, el 72% de los encuestados estarían dispuestos a adquirir una casa “embrujada” si el precio fuese más asequible. Además, el 43% consideraría hacer una oferta al menos 50.000 dólares por debajo del valor de mercado.
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