El papa Francisco acudió este martes por sorpresa a visitar a la histórica líder del Partido Radical italiano Emma Bonino en su casa del centro de Roma, donde se recupera tras haber salido del hospital por un problema cardiorrespiratorio.
Bonino, de 76 años y que actualmente milita en el partido +Europa, fue dada de alta el pasado 30 de octubre tras ser internada de emergencia en cuidados intensivos, debido a una grave crisis cardiorrespiratoria y regresó a su casa, donde continúa su rehabilitación.
A la salida de la casa de Bonino, situada junto la céntrica plaza de Campo dei Fiori, el papa aseguró que la histórica dirigente “está bien” y que fue un encuentro “muy cordial” al ser preguntado por los curiosos que acudieron al pontífice, de 87 años.
En una reciente entrevista, la líder política, que fue ministra de Exteriores y comisaria europea, afirmó que ahora quiere tomarse “un respiro de la política”, pero que no quiere abandonar sus batallas por los derechos civiles.
Desde los años 1970 ha librado muchas batallas en abierto contraste con las posiciones de la Iglesia católica, desde el aborto hasta el divorcio y la eutanasia, pero el papa Francisco siempre ha tenido palabras de aprecio para ella por su labor como mediadora internacional.
“Es la persona que mejor conoce África. Y ofrecía el mejor servicio a Italia para conocer África. Me dicen: son personas que piensan muy diferente a nosotros. Es cierto, pero tenga paciencia. Tenemos que mirar a las personas, a lo que hacen”, dijo el papa sobre Bonino en una entrevista que publicó ‘Corriere della Sera’.
Posteriormente la política publicó en sus redes sociales una fotografía del encuentro, en la que ambos aparecen en sus sillas de ruedas al sol en su terraza, y explicó que el pontífice la había descrito como “un ejemplo de libertad y resistencia”.
“Esta mañana, con una enorme sorpresa y llena de emoción, Su Santidad me ha hecho una agradable visita. Del papa Francisco siempre emerge un aspecto humano extraordinario”, celebró.
Bonino reveló que el papa se despidió con el saludo ‘cerea’, típico de la región de Piamonte (norte), de donde proceden los antepasados de ambos.
EFE