“En tiempos de cambio, los que aprenden heredan el futuro, mientras que los que saben suelen estar equipados para vivir en un mundo que ya no existe“, reflexionó Jack Ma en el último Foro Económico Mundial, capturando la esencia de la transformación que experimenta el orden internacional. Esta transformación se desarrolla en un contexto donde, según datos del Banco Mundial, el comercio global ha experimentado una fragmentación significativa, con un descenso del 2.3% en la interconexión comercial entre bloques geopolíticos durante el último año.
En un contexto de creciente fragmentación internacional, los nuevos líderes electos enfrentarán el desafío de responder a cinco preguntas críticas que determinarán el rumbo de la política global. El Fondo Monetario Internacional ha advertido que esta fragmentación podría costar a la economía global hasta un 7% del PIB mundial si no se abordan adecuadamente los desafíos emergentes. Ejemplos concretos de esta fragmentación incluyen la formación de nuevos bloques comerciales como el marco económico Indo-Pacífico, que representa el 40% del PIB global, y el fortalecimiento de alianzas alternativas como los BRICS+, que ahora engloba a economías que suman el 36% del PIB mundial.
Las tensiones geopolíticas se han intensificado en múltiples frentes: desde la guerra en Ucrania, que ha entrado en su tercer año, hasta el conflicto en Gaza, que ha desestabilizado Oriente Medio y provocado divisiones en la comunidad internacional. Mientras tanto, la carrera tecnológica entre Estados Unidos y China ha llevado a restricciones comerciales sin precedentes en sectores estratégicos como los semiconductores y la inteligencia artificial, con más de 1,000 empresas chinas en listas de restricción comercial estadounidenses.
1- La Seguridad en un Mundo Fragmentado
La primera interrogante crucial surge en torno a cómo avanzar en materia de seguridad dentro de un orden global cada vez más fragmentado. La cooperación internacional se encuentra en niveles históricamente bajos, mientras que los conflictos proliferan en distintas regiones. Las instituciones tradicionales como la ONU y la OMC han mostrado limitaciones significativas para generar consensos globales o servir como plataformas efectivas de resolución de disputas.
En este escenario, el papel de las potencias emergentes del Sur Global cobra especial relevancia. Beijing se posiciona como actor central en nuevas geometrías de poder, incluyendo los BRICS, la Iniciativa de Seguridad Global, y potenciales alianzas como el eje Rusia-Irán-China. Los conflictos en Ucrania y Gaza han evidenciado las profundas fracturas en el sistema de seguridad internacional, aunque existe optimismo sobre posibles avances hacia la paz en ambos frentes durante 2025.
2- La Brecha de la Desigualdad
El segundo desafío crítico radica en abordar la creciente desigualdad económica. La brecha entre ricos y pobres continúa expandiéndose, exigiendo soluciones innovadoras que combinen el potencial del sector privado con políticas públicas efectivas. Líderes empresariales están asumiendo roles más activos en esta batalla, desde la creación de empleos en industrias emergentes hasta el apoyo a emprendedores en países en desarrollo.
3- La Transición Digital
La tercera pregunta se centra en la gestión de la transición hacia una economía digital. Esta transformación, aunque inevitable, debe ser inclusiva y beneficiar a todos los sectores de la sociedad. Los avances en inteligencia artificial y computación están revolucionando campos como la medicina, la educación y el entretenimiento, pero también plantean desafíos significativos en términos de empleo y adaptación laboral.
La automatización de tareas repetitivas está generando debates sobre la necesidad de implementar políticas como la renta básica universal para apoyar a los trabajadores desplazados. Simultáneamente, surgen preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de datos que requieren marcos regulatorios robustos.
4- El Reto de la Polarización
La cuarta interrogante aborda cómo fomentar la cooperación en un mundo cada vez más polarizado. La división política y social ha alcanzado niveles sin precedentes, tanto a escala nacional como internacional. Las plataformas digitales juegan un papel dual en este contexto: pueden exacerbar las divisiones, pero también tienen el potencial de promover el diálogo y la comprensión entre diferentes grupos.
5- La Crisis Climática
Finalmente, la quinta pregunta crucial se refiere a cómo abordar efectivamente el cambio climático. Según el informe del IPCC 2022, la ventana de oportunidad para evitar los peores impactos del calentamiento global se está cerrando rápidamente. La cooperación internacional, ejemplificada en el Acuerdo de París, debe complementarse con acciones concretas a nivel nacional y local.
La innovación tecnológica emerge como un factor clave en esta lucha, con desarrollos en inteligencia artificial que permiten un monitoreo más preciso de emisiones y la implementación de soluciones más efectivas. Sin embargo, la tecnología por sí sola no es suficiente; se requiere una acción colectiva y coordinada entre gobiernos, empresas y sociedad civil.
El 2025 se presenta como un año decisivo en el que los nuevos líderes deberán navegar un panorama internacional complejo y volátil. Las respuestas a estas cinco preguntas fundamentales determinarán no solo el futuro inmediato sino también el largo plazo de la gobernanza global. La capacidad de construir puentes de cooperación en medio de la fragmentación, abordar las desigualdades sistémicas, gestionar la transformación digital, superar la polarización y enfrentar la crisis climática definirá el éxito o fracaso de esta nueva generación de líderes mundiales.
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