Jesús Chávez, un pastelero de 34 años de Barquisimeto, Venezuela, llegó el viernes a este pequeño pueblo en el límite de la selva del Darién en Panamá.
Por AP
Viajaba con otras cinco personas, entre amigos y familiares. Todos habían salido de Venezuela el sábado pasado con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Chávez dijo que el grupo había esperado en Venezuela los resultados de las elecciones presidenciales de julio, pero después de que el presidente Nicolás Maduro fuera declarado ganador a pesar de las evidencias de que había perdido, decidieron irse. “No veíamos ninguna esperanza”, dijo.
Entraron al Tapón del Darién el martes y escucharon sobre la victoria presidencial de Donald Trump mientras aún caminaban por la jungla.
“Estamos tratando de llegar lo antes posible, antes de enero, para ver si tenemos una oportunidad con CBP One”, dijo, en referencia al portal en línea del gobierno estadounidense que permite a los migrantes buscar una cita para solicitar asilo en la frontera. Trump ha dicho que pondrá fin a CBP One.
Chávez dijo que querían llegar a la ciudad de Tapachula, en el sur de México, donde podrían acceder a la aplicación.
En Bajo Chiquito los migrantes pueden comprar alimentos, alquilar habitaciones, hamacas o espacios para montar sus carpas. Hay Wi-Fi y ONG que ofrecen atención médica.
Los venezolanos constituyen la mayoría de los migrantes que pasan por allí, pero el grupo del viernes también incluía personas de la República Democrática del Congo y Bangladesh.
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