Fiscalía en Bolivia acusó a exministro de Jeanine Añez por supuesto intento de asesinato a Luis Arce en 2020

Fiscalía en Bolivia acusó a exministro de Jeanine Añez por supuesto intento de asesinato a Luis Arce en 2020

Imagen de archivo. El ex ministro está refugiado en Paraguay.

 

El ex ministro de Defensa del Gobierno interino de Jeanine Añez, Fernando López Julio, fue acusado por la Fiscalía de Bolivia de haber planificado asesinar al presidente Luis Arce antes de que éste asuma el cargo en 2020. Según una investigación periodística publicada en 2021, López y otros implicados, habrían planificado atentar contra su vida para evitar que el Movimiento Al Socialismo (MAS) retorne al poder.

El fiscal de La Paz, Julio Acarrafi, informó a la prensa local que los cargos incluyen alzamiento armado contra la seguridad del Estado y atentados contra el Presidente en grado de tentativa. Entre los acusados hay dos bolivianos, incluido López, y cinco extranjeros.





El reportaje de The Intercept, difundido en 2021, revela la existencia de audios en los que supuestamente el ministro López habla de un plan que incluía el envío de tropas mercenarias de Estados Unidos a Bolivia para evitar la posesión de Arce en una acción coordinada con las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana. La comunicación presuntamente se realizaba con un hombre de nacionalidad boliviana que antes había sido administrador civil en el Ejército de los Estados Unidos, pero que está recluido en la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz de la Sierra, por delitos de estafa.

Según las indagaciones que cita la prensa local, en esta presunta planificación estuvo involucrado el ex ministro de Gobierno (Seguridad) Arturo Murillo, quien se encuentra detenido en una cárcel de Estados Unidos por el delito de lavado de dinero. El plan de atentar contra Arce, se habría frustrado por desacuerdos entre ambos ministros.

López, que se encuentra refugiado en Paraguay, enfrenta varias acusaciones penales en Bolivia, entre las que se incluyen la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos y otras vinculadas a las denominadas masacres de Senkata (El Alto) y Sacaba (Cochabamba), en las que 22 civiles perdieron la vida por impactos de bala.