La controversia en torno al rapero Sean “Diddy” Combs sigue intensificándose tras las acusaciones de crímenes sexuales, extorsión y violencia que datan de 2008. En septiembre, el artista fue arrestado tras la revelación de múltiples testimonios que lo implican en la inducción de trabajadores sexuales a realizar sus labores bajo el efecto de drogas durante sus extravagantes fiestas, conocidas como “Freak Off“.
La situación se agravó cuando la policía llevó a cabo un allanamiento en su residencia, donde se encontraron elementos perturbadores: videos sexuales, narcóticos, más de mil botellas de aceite para bebé, lubricantes, y un arsenal que incluía tres rifles AR-15 y municiones. Estos hallazgos generó preocupación y un renovado escrutinio sobre el estilo de vida del rapero.
Revelaciones de un alquiler inusual
A medida que la polémica se desarrolla, nuevas historias emergen. Jason Haight, un hombre que alquiló su lujoso palacio a “Diddy” para una fiesta, ha compartido su experiencia con el “Daily Mail”. Según Haight, el 3 de mayo de 2014, el rapero celebró el cumpleaños de su amigo, el cantante Meek Mill, y al día siguiente, se encontró con un escenario devastador.
“Las habitaciones estaban desordenadas y asquerosas. Había botellas de alcohol rotas, condones usados, sangre en la ropa de cama, polvos, cientos de hojas de afeitar, lubricante en los tocadores y en los pisos de mármol. Incluso encontré bragas, sujetadores y dos iPhones en los arbustos detrás de la bolera”, relató Haight.
El alquiler del palacio no fue un evento aislado. Aseguró que, en abril de 2024, el asistente personal de “Diddy” se comunicó nuevamente para alquilar el lugar para otra fiesta, esta vez por 25,000 dólares. La estimación inicial era de 850 invitados, pero al final se presentaron cerca de 900.
Requisitos inusuales para la fiesta
Haight detalló que el equipo de “Diddy” impuso ciertas exigencias inusuales para el evento, como la instalación temporal de detectores de humo en todas las áreas de la casa y la necesidad de reemplazar todas las cerraduras de las puertas interiores de los dormitorios por motivos de seguridad.
La creciente cantidad de testimonios y evidencia en torno a las actividades de “Diddy” mantiene a la opinión pública atenta, mientras la figura del rapero se enfrenta a un escrutinio más profundo y a una posible batalla legal que podría tener repercusiones significativas en su carrera y reputación.