El magnate de la música Sean “Diddy” Combs fue arrestado el 16 de septiembre y enfrenta graves acusaciones que incluyen crimen organizado, tráfico sexual y transporte para prostitución. Según documentos judiciales, estas acusaciones se relacionan con presuntas actividades ilícitas de largo alcance. Combs ha negado los cargos y se declaró inocente. Actualmente, permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn mientras espera el inicio de su juicio programado para mayo de 2025. La fiscalía afirma que Combs representa un riesgo de fuga y un peligro para la comunidad, por lo que ha insistido en mantenerlo bajo custodia.
People informó que el desayuno del Día de Acción de Gracias del acusado incluirá fruta, cereales y pasteles, siguiendo el menú estándar del centro. El almuerzo ofrecerá una opción de pavo asado o tofu agridulce, acompañado de guarniciones tradicionales como puré de papas, verduras mixtas, salsa de arándanos, salsa de pavo, panecillos y tartas navideñas. Sin embargo, la cena será más austera, con sándwiches de mantequilla de maní y mermelada, papas fritas, pan integral y fruta.
Intentos de obtener libertad bajo fianza:
La defensa de Combs ha presentado tres solicitudes de fianza, todas rechazadas. En la primera, ofreció propiedades valoradas en 50 millones de dólares como garantía. La segunda apelación también fue denegada rápidamente. En su tercer intento, realizado el 8 de noviembre, los abogados de Combs propusieron que residiera en un apartamento en el Upper East Side de Manhattan, bajo arresto domiciliario, supervisión de seguridad privada y sin contacto con las presuntas víctimas o testigos.
Durante una audiencia el 22 de noviembre, familiares como su madre Janice Combs y su hija Chance Combs asistieron para apoyarlo. No obstante, The Mirror reportó que el juez rechazó la petición diciendo: “Eso no va a funcionar”. La fiscal federal adjunta Christine Slavik argumentó que Combs había violado reglas desde su ingreso a la prisión, incluyendo el uso de teléfonos de otros reclusos para contactar a posibles testigos y tratar de influir en sus declaraciones. Slavik afirmó que Combs “ha demostrado que no se puede confiar en él” y que incluso en detención ha buscado interferir en el caso.
El juicio está programado para comenzar en mayo de 2025. Mientras tanto, Combs seguirá en prisión, enfrentando no solo las acusaciones legales sino también un cambio drástico en su calidad de vida. Su equipo legal continúa argumentando que las pruebas presentadas por la fiscalía son “poco sólidas” y que algunas de las acusaciones forman parte de lo que describen como una relación consensual prolongada.